Miguel Sebastián suaviza su tono tras la polémica suscitada el jueves con BerlínBerlín. "La música suena mejor que la última vez. Ahora sólo falta que la letra también nos convenza". Con estas palabras, el ministro de Industria, Miguel Sebastián se refirió a la reunión que mantuvo ayer en Berlín con la cúpula de Magna. Una reunión cordial, pero que deja en evidencia las diferencias existentes entre las partes. Sebastián, que mostró un tono conciliador y optimista, aseguró que el encuentro dejó elementos positivos. El ministro constató que el Gobierno español y Magna tienen puntos en común: ambas partes quieren que la nueva Opel sea un proyecto europeo, en el que todos los países implicados participen "en igualdad de condiciones"; un proyecto industrial en el que la rentabilidad, la productividad y la competitividad sean los elementos fundamentales a la hora de tomar decisiones empresariales (como el recorte de puestos de trabajo o el cierre de fábricas); y, por último, que la nueva Opel sea un proyecto de largo plazo, con unas perspectivas de producción de al menos cinco o diez años. Reunión en Madrid Sebastián ha convocado para el martes de la semana próxima una reunión en Madrid en la que participarán los gobiernos central y autonómico, la cúpula de Magna y los sindicatos. Sobre el presunto proteccionismo alemán, Sebastián dijo: "No tenemos ningún motivo a priori para creer que existe un transfondo político en la venta de Opel a Magna. Y si lo hubiera, la Comisión Europea actuaría para corregir esa situación en el marco del mercado único europeo". El ministro también tiró balones fuera sobre la presunta tensión entre Madrid y Berlín: "Si decidimos no participar en la reunión convocada ayer por el Gobierno alemán es porque tenemos muy poco que ofrecer. Mientras no tengamos un plan industrial no podemos hablar sobre ayudas financieras". Sebastián se reunió por la tarde con el ministro alemán de Economía, Karl Theodor zu Gutenberg, al que felicitó por los resultados electorales de la CDU-CSU y con quien conversó sobre el plan financiero. Fracaso británico Por su parte, el Gobierno británico anunció ayer que por el momento han fracasado las negociaciones que estaba manteniendo con Magna y con los sindicatos sobre el futuro de la firmas Opel y Vauxhall. Un portavoz del Gobierno de Reino Unido indicó "aún no se ha llegado a una conclusión que sea aceptable tanto para los sindicatos como para el Gobierno". Asimismo, afirmó que durante los próximos días se retomará el proceso de negociación sobre el futuro de Opel y de la firma británica Vauxhall -una marca gemela de la alemana- en el marco del plan de reestructuración que ha presentado Magna.