barcelona. Las cajas de ahorros de Catalunya, Tarragona y Manresa enfilan la recta final para ejecutar su fusión a tres. Las entidades están preparando la celebración de sendos consejos extraordinarios que serán los encargados de dar luz verde al proyecto. "Puede ser mañana [por hoy] o el próximo martes, ya que, según la ley, podemos convocar este tipo de consejos con un margen de sólo doce horas", explicaron fuentes de las cajas implicadas. En algún caso, según los estatutos, este plazo se reduce incluso a ocho horas. La mayoría de los puntos calientes de la integración ya están resueltos. Caixa Catalunya ha renunciado tanto a su marca como al peso específico que le correspondería en los órganos de gobierno de la nueva entidad según su volumen de activos: 63.000 millones, frente a los 11.000 millones de Caixa Tarragona y los 6.000 de Caixa Manresa. Pese a esta enorme diferencia de tamaño, Catalunya está dispuesta a ceder el 50 por ciento de los representantes en los órganos de gobierno a Tarragona y Manresa. Ésta ha sido una de las condiciones que han fijado las dos cajas más pequeñas para aceptar la integración del 50 por ciento que no controla Catalunya, a Tarragona le corresponderán el 30 por ciento de los representantes y a Manresa el restante 20 por ciento. Fin de la resistencia de CiU La diputación de Tarragona, controlada por CiU y mayoritaria en la caja provincial, se oponía a esta fórmula hasta que el Banco de España amenazó con trocear y vender la entidad a terceros. A lo que no ha renunciado Caixa Catalunya es al control del equipo directivo. El hombre fuerte de la nueva caja será Adolf Todó, que cuenta con el respaldo del Banco de España. En cuanto a la presidencia de la nueva entidad, el ex ministro socialista Narcís Serra se mantendrá en el cargo durante un periodo transitorio que, probablemente, durará dos años. Para elegir a su sustituto, las diputaciones de Barcelona y Tarragona deberán consensuarlo.