La entidad coloca en bolsa su filial brasileña y destinará los recursos al colchón de provisiones contra la morosidadmadrid. El Santander sacó a bolsa su filial brasileña en la oferta pública de venta de acciones más grande del último año. El banco fijó finalmente el precio en el medio de la horquilla estimada y recaudó 4.760 millones de euros, aproximadamente, al colocar en el mercado el 14 por ciento de las acciones. Santander Brasil, por tanto, debutó ayer en Sao Paulo y Wall Street con una capitalización de 34.150 millones de euros; es decir la quinta mayor compañía del país carioca, sólo superada por la petrolera Petrobras, la minera Vale y los grupos financieros Itaú y Bradesco. El estreno no fue tan brillante como se esperaba, sobre todo por la recogida de beneficios que imperó en los parqués tras las altas revalorizaciones de días anteriores. Los títulos del banco comenzaron con pérdidas superiores al 3 por ciento. Pese a este inicio, el presidente de Santander Brasil, Fabio Barbosa, aseguró que la salida a bolsa se produce "en el momento perfecto", porque coincide con la salida del país de la crisis. "El país se encuentra entre los que menos ha sufrido la crisis y fue de los primeros en salir", consideró el directivo. Con esta operación, el grupo español ha conseguido unas plusvalías de 1.430 millones de euros, que destinará a la hucha contra la morosidad. El Santander necesitará realizar unas provisiones de 9.000 millones en el segundo semestre del año para cubrir el aumento de los impagos y el deterioro de los activos. En los últimos meses ha llevado a cabo distintas actuaciones encaminadas a robustecer este colchón, como el canje de deuda o la venta de algunas participaciones. La colocación de su filial brasileña también le permite fortalecer su estructura de capital, con un aumento de 60 puntos básicos, en un momento en las autoridades internacionales debaten las nuevas exigencias sobre solvencia de las instituciones financieras para evitar crisis sistémica. Plan de expansión La operación servirá, también, para financiar el plan de expansión del grupo por Brasil, donde prevé abrir 600 oficinas. A día de hoy posee poco más de 2.000 sucursales. También para mejorar la estructura financiera de la franquicia. El objetivo último del Santander es ser número uno del sector bancario en el mercado suramericano. En la actualidad es el tercero, después de que en 2007 comprara Real en el marco de la adquisición conjunta por ABN Amro. De ahí que los inversores no descarten otro movimiento estratégico de este tipo para convertirse en el líder de una de las economías con mayor potencial de crecimiento. La política de expansión del Santander se ha basado en los últimos años en adquisiciones. Lo ha hecho en Reino Unido y Estados Unidos, también en el mismo Brasil.