El banco central de EEUU reduce la cantidad que prestará a la banca en septiembrenueva york. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no tiene del todo claro si seguirá o no adelante con su plan de compra de activos respaldados por hipotecas, con un valor aproximado de 1,25 billones de dólares -unos 870.000 millones de euros-. Este plan, que ya había recibido el visto bueno para llevarse a cabo antes de que termine el año, no cuenta ahora con el beneplácito de dos gobernadores regionales del banco central norteamericano, que han puesto en duda el hecho de que el programa sea ejecutado en su totalidad. Gobernadores en contra Tanto Jeffrey Lacker, presidente de la Fed en Richmond, como James Bullard, su homólogo en Saint Louis, cuestionaron, llegado a este punto, "si son realmente necesarios nuevos estímulos" procedentes de la compra total de activos respaldados por hipotecas. De hecho, cabe recordar que el programa de la Fed para comprar 870.000 millones de euros en bonos de deuda hipotecaria garantizada por Fannie Mae, Freddie Mac y Ginnie Mae tenía como objetivo prioritario reducir los costes de financiación inmobiliaria y reducir el impacto del estallido de la burbuja provocada por las hipotecas de alto riesgo, llamadas también hipotecas basura. Pero la situación ahora se ha vuelto confusa. Sin embargo, y en contra de lo que opinan varios expertos estadounidenses, desde la agencia Bloomberg señalan que quizá tanto las declaraciones vertidas por el gobernador Jeffrey Lacker como por James Bullard estén en completa discordancia con el consenso alcanzado por el resto de miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed. Lo que es seguro es que la entidad rebajará, por tercer mes consecutivo, la cantidad de dinero que inyectará al sector financiero durante el mes de septiembre. En principio, había planeado suministrar 200.000 millones de dólares en dos subastas, pero ayer comunicó que el montante se limitará a 150.000 millones.