Las ventas globales de la Alianza Renault-Nissan cayeron un 3,6 por ciento el año pasadomadrid. La situación de Renault en España ha pasado de casi desesperada a ser esperanzadora. La importante decepción que supusieron las ventas del modelo Modus, que se produce exclusivamente en Valladolid, llegaron a crear dudas sobre el futuro de esta planta, una de las más importantes del grupo. Su presidente, Juan Antonio Fernández de Sevilla, siempre ha mantenido que la empresa tiene que ser competitiva para que haya futuro, y parece que lo ha logrado.Ayer por la mañana la dirección de la compañía firmó con los sindicatos mayoritarios el convenio colectivo que regirá la empresa durante los tres próximos años (2007-2009). El escollo que se presentaba ayer, la cláusula de desculegue (que implica que estas condiciones son independientes de las que se firmen en ámbito nacional del sector del metal) fueron superadas.Entre las condiciones del texto recién acordado destaca el aumento de la bolsa de horas flexible (con lo que la compañía puede adaptar mejor los días de trabajo a la demanda del mercado) y las garantías de futuro, como un plan trienal de inversiones con 176 millones de euros anuales.Por otra parte, la Alianza global Renault-Nissan ha anunciado una caída en sus ventas del año pasado del 3,6 por ciento hasta los 5,91 millones de unidades. Con todo, consigue mantener una cuota de mercado del 9 por ciento. Las áreas de mayor crecimiento (Rusia, Colombia, China y Oriente Medio)compensaron en parte las caídas del 8,8 y 3,1 por ciento en Europa.