Ibercaja también se ofreció, pero Montilla quiere unirla a Tarragona y Gironamadrid / Barcelona. La Generalitat vetó una eventual operación de integración de Caixa Catalunya con Caja Madrid. Ésta se interesó hace varias semanas por la firma que preside Narcís Serra, pero la Consejería de Economía se opuso a una operación de este tipo para no perder el control de la entidad. Caja Madrid pretendía que en la transacción participara un tercero que, según fuentes financieras, era La Caixa. El plan era el siguiente: la madrileña se quedaba con los activos ubicados en Cataluña y el resto de España, salvo Madrid, que pasarían a manos de La Caixa. Este proyecto tampoco contó con el beneplácito del Banco de España, por su complejidad. Además, La Caixa no está interesada en participar en el proceso de reestructuración del sector. Otras fuentes aseguran que la Generalitat también frenó el proyecto de Ibercaja por Caixa Catalunya, aunque el movimiento era más preliminar y sólo se trataba de algún contacto. Ni una ni otra opción saldrán adelante. La Generalitat quiere unir Caixa Catalunya con Tarragona y Girona, las tres entidades de titularidad pública, proyecto que está en marcha. Para esta operación, el Gobierno de José Montilla está dispuesto a solicitar las ayudas públicas facilitadas por el recién aprobado Fondo de Reestructuración y Reordenación Bancaria (Frob). La oposición de la Generalitat se produjo antes de que el Consejo de Ministros diera luz verde al llamado fondo de rescate, algo que en la actualidad tendría algo más complicado, porque el Banco de España es quien tendrá la última palabra en el proceso de reordenación del sistema. Caja Madrid se ha interesado por Caixa Catalunya en su afán por aumentar su presencia en otras zonas del país, pero también por la necesidad de su presidente, Miguel Blesa, de explorar su última oportunidad para mantenerse en el cargo a partir de este verano. Una integración podría ser la vía de escape para continuar al frente de la entidad. Para ello, está dispuesta a acudir al Frob y recibir apoyos públicos, tal y como reconoció el propio Blesa hace dos semanas en Santander. Por su parte, la zaragozana Ibercaja exploró sus posibilidades de hacerse con Caixa Catalunya al mismo tiempo y a instancias del Banco de España, pero, al igual que Caja Madrid, la Generalitat le res- pondió con un rotundo "no". Desde la entidad aragonesa no quisieron hacer comentarios sobre rumores. A diferencia que la entidad madrileña, Ibercaja cuenta con unos de los más elevados ratios de solvencia del sector. A principios de año, el supervisor pensó en la aragonesa para sanear Caja Castilla-La Mancha (CCM). Desde Caixa Catalunya se insiste en que su principal objetivo es mantenerse independientes y continuar con sus planes de reducción de costes y control de la morosidad. Fuentes de la entidad sostienen que el Banco de España se muestra satisfecho con la gestión en los últimos meses. Sin embargo, ayer en su despedida como presidente de Caixa Girona, Arcadi Calzada, reconoció que sí ha mantenido conversaciones para una posible fusión. Calzada cedió ayer la presidencia de la entidad a Manel Serra, ex concejal del PSC por Girona. Este relevo es fruto de un acuerdo entre PSC y ERC, lo que facilitará la posible fusión entere Caixa Girona y Caixa Catalunya. En un asegunda fase de la operación se uniría Caixa tarragona, controlada por CiU.