El banco tiene siete oficinas al sur de Florida donde vive el 30% de su población madrid/Barcelona. El Sabadell volvió ayer a demostrar que no va de farol cuando anuncia que quiere comprar. Su voracidad parece insaciable. Apenas finalizada la digestión del Urquijo, ayer cayó en sus redes el TransAtlantic Bank de Miami. Tras unos meses de exploraciones y contactos, el banco que preside Josep Oliu cruza el océano y refuerza su posición en Miami (Florida), la capital financiera de Latinoamérica en Estados Unidos. La compra le costará 175 millones de dólares (135 millones de euros). Bajo el suntuoso nombre de TransAtlantic opera una entidad de banca para particulares de renta media y alta y pequeñas empresas, muy volcada en la concesión de préstamos, sobre todo, hipotecarios. En cifras: emplea a 133 personas, dispone de siete oficinas y gestiona un negocio de 956 millones de dólares (737,5 millones de euros). Algo más de la mitad: 521 millones de dólares, son depósitos, y los 435 millones restantes financiación. ¿Ha comprado caro?A primera vista, el precio pagado por el Sabadell es caro. Por cada millón de euros invertido, el banco catalán incrementa su volumen de negocio en 5,4 millones. En la compra del Urquijo, que ya se consideró onerosa, la proporción era de cada millón invertido, sumaba 9,4 millones en volumen de negocio. "Puede parecer caro, pero el TransAtlantic en los 11 primeros meses de 2006 ganó 8,5 millones de euros netos, mientras que el Urquijo lo compramos cuando ya no ganaba dinero", explicaron fuentes del banco catalán.Otro indicador que vence la oportunidad de inversión del lado de la entidad norteamericana, es el PER -veces que el beneficio está contenido en la capitalización-. En el banco de Miami, el PER es del 21,6 por ciento y sería algo así como los años que deben transcurrir para que el Sabadell vía beneficios recupere la inversión efectuada. En el caso el Urquijo, el PER que pagó el banco catalán fue del 24 por ciento. Pero la importancia para el Sabadell de su nuevo banco, trasciende los primeros números. La pista la facilitó ayer el presidente, Josep Oliu: "La adquisición de TransAtlantic supone el primer paso del Sabadell en el desarrollo de sus capacidades en un mercado con un potencial atractivo y que ofrece condiciones favorables para el crecimiento y la creación de valor". El TransAtlantic Bank mete al grupo catalán en un área idónea para extender su modelo de banca minorista. Florida es el segundo centro bancario norteamericano tras Nueva York y el cuarto estado de la Unión con un Producto Interior Bruto (PIB) equivalente al 63 por ciento español. En dinanismo escala un puesto más y ocupa el tercer lugar del ranking de regiones con la mayor tasa anual de crecimiento (del 5,5 por ciento en 2005). Fundado en 1984, la entidad opera en el sur de Florida donde se concentra más del 30 por ciento de la población -son 17 millones los habitantes- y del empleo del estado. Para el Sabadell es un complemento perfecto a la macro-oficina que regenta en Miami para dar servicios a elevados patrimonios y a grandes corporaciones. Una sucursal atendida por 60 profesionales que sumó el negocio y personal de su histórico local al heredado con la compra del Atlántico en 2004. Una escala hacia IberoaméricaFlorida es el puntal lógico para sus ambiciones de crecimiento en Iberoamérica. El Sabadell es dueño del 20 por ciento de un banco en México y otro en República Dominicana, y acompaña a los clientes en sus negocios por la región a través de oficinas de representación en México, Venezuela y Brasil. Que el grupo estaba buscando una pequeña plataforma de banca para particulares con la que replicar su modelo al otro lado del Atlántico, no era ningún secreto. La opción del TransAtlantic tiene lógica por los márgenes de negocio de la banca local, la facilidad de entrada para las entidades foráneas, el marco regulatorio y las similares condiciones socio-culturales. Un 57 por ciento de los residentes de Florida se manejan en castellano. Pero la inversión, modesta si se compara con los 760 millones quele costó el Urquijo, no agota ni el talón ni las ansias de crecer del grupo Sabadell. Tras engullir Natwest, Herrero, Atlántico y Urquijo en una década, otea más mercados. Al grupo le gustaría tener algún otro proyecto en otra zona geográfica y Latinoamérica parece que sigue siendo el área preferida.