La empresa, una escisión de Scalextric, fabrica los vehículos preferidos por los aficionados a los circuitos de competición barcelona. La compañía juguetera Ninco, dedicada a la fabricación de coches en miniatura para circuitos, quiere lanzarse a vender este año en el exterior. "Para este año tenemos como principales propósitos exportar y vender nuestros productos en Europa del Este, sobre todo en Rusia, y aumentar nuestra presencia en Asia", confirmó a este diario David Cosculluela. Con esta nueva estrategia la compañía juguetera, con sede en Cornellà de Llobregat (Barcelona), pretende facturar el 50 por ciento en el exterior. Cosculluela anunció que ya durante este año prevé realizar producciones especiales para suministrar la demanda internacional desde su factoría instalada en Cornellà. Ninco no fabrica en Asia, como sí lo hace el resto de fabricantes del sector. Primero venderá a los 35 países más importantes, para luego comercializar en toda su red mundial su producto estrella: el slot digital. Este sistema permite al usuario controlar su vehículo en la pista de forma autónoma, con lo que puede cambiar de pista gracias a un chip instalado en el coche y compatible con los coches y las pistas de otros fabricantes. El sistema de pistas digitales de Ninco aportó el 15 por ciento de los ingresos en 2006 que, una vez concluida la campaña de Navidad, se situarán en siete millones de euros. La compañía espera facturar nueve millones este año. "En tres años esperamos vender por valor de 3 millones con los coches de radiocontrol", dice Cosculluela. Ninco nace con una historia en común con su competidora Scalextric. Scalextric nació en Gran Bretaña y en casi todo el mundo es propiedad de Hornby. En España la licencia fue de Exin hasta que suspendió pagos, y hoy la explota la juguetera Tecnitoys. Ninco nació cuando dos ingenieros, Eduard Nin y Eladio Cosculluela, que habían trabajado en Exin, decidieron rentabilizar su experiencia desde una nueva marca dirigida a los que disfrutan con la competición.