Una comisión británica investiga si hay un monopolio: las principales cadenas de 'súper' copan el 75% del mercadolondres. La Comisión de la Competencia británica está investigando si existe monopolio en la industria de los supermercados y si la expansión de las principales cadenas y la apertura de más tiendas de conveniencia está perjudicando o no la competencia en el sector y matando a los pequeños comercios del país.Las principales cadenas de supermercados (Tesco, Sainsbuy's, Asda y Morrisons, conocidos como los cuatro grandes) dominan en este momento el 75 por ciento del mercado y han duplicado el número de tiendas de conviencia desde hace siete años. Los críticos dicen que el Reino Unido se está convirtiendo en un lugar en el que unos pocos deciden los precios y los productos que venden. En el corazón de la investigación se encuentra Tesco, que es la principal cadena de supermercados del país. Tesco alcanza unos ingresos anuales que acaparan el 30 por ciento del mercado y se ingresa una de cada ocho libras que los consumidores gastan en los supermercados.Cierre de comerciosPor el contrario, cerca de 2.000 pequeños comercios al año están cerrando por la presencia, cada vez mayor, de pequeñas tiendas de los cuatro grandes en áreas locales. Asociaciones de pequeños comerciantes han definido el Reino Unido como "Estado supermercado" por la proliferación de las tiendas de las grandes cadenas por todo su territorio. La Asociación de Tiendas de Conveniencia, que representa a unos 32.000 comercios locales, acusa en particular a Tesco de monopolizar las áreas locales con los distintos tipos de tienda que tiene (como los hipermercados Extra o las tiendas de conveniencia Express) y denomina estas áreas como "pueblos-Tesco". El director ejecutivo de Tesco, Ferry Leahy, se defiende asegurando que "los consumidores se están beneficiando de esta intensa rivalidad en la industria".De momento, ayer, la comisión, al término de la primera fase, dijo que no había encontrado evidencias que probaran que los grandes compradores tuvieran más ventajas que los pequeños ante los proveedores de bebidas o de alimentos, aunque añadió que quería seguir analizando la relación con los granjeros. La siguiente fase será determinar el efecto de los grandes supermercados a nivel local, donde se cree que hacen más daño.El director de la comisión, Peter Freeman, señaló ayer en un comunicado que en esta segunda fase deberá determinar si los supermercados se encuentran "en posición de incrementar los precios o reducir su oferta en cualquier localidad o región por falta de competencia efectiva".