La constructora francesa se ha disparado en bolsa hasta marcar máximo histórico de 105,5 euros por acciónMADRID. Vinci está al rojo vivo. La constructora francesa se ha disparado en bolsa, al calor de posibles operaciones corporativas que podrían derivar en una opa. Pero, en medio de estos rumores, un grupo sobresale con nombre propio: ACS.La compañía presidida por Florentino Pérez podría estar negociando una alianza con Vinci, según publicó ayer La Tribune. Una noticia que el grupo español ni confirmó ni desmintió, alegando que no hace comentarios a este tipo de informaciones. Sin embargo, el mercado está alerta. Y no es para menos. Desde hace varios meses se viene especulando con una operación sobre Vinci, un caramelo para el convulso mundo de las infraestructuras. Aunque se trata de un bocado difícil de digerir (su capitalización en bolsa asciende a 25.300 millones de euros), la acción estaba barata, a tenor de cómo se ha disparado en las últimas jornadas.Valor en alzaEn lo que va de año, Vinci se ha disparado un 10,7 por ciento; en los últimos tres meses, un 19 por ciento; y desde el pasado ejercicio, un 38 por ciento. Y promete ir a más, ya que las últimas recomendaciones de analistas están elevando su precio objetivo. Ayer fue Deutsche Bank quien disparó el valor del grupo francés hasta 130 euros.Un fuego bursátil que ha avivado Francoise Pinault. El financiero galo reconoció el viernes que haber adquirido el cinco por ciento de Vinci. Una compra que ha abierto la caja de Pandora.Cuando un empresario como Pinault entra en un valor, las quinielas se disparan. Nunca da puntada sin dedal y siempre dirige los dardos de Artemis, su holding de inversión, hacia presas certeras y con gran potencial de revalorización.Pero Vinci es demasiado grande para asaltarla en solitario. Para conseguirlo necesita una verdadera revolución. Y es aquí donde ACS entra en juego.La compañía española podría estar negociando con Pinault una estrategia para entrar en Vinci. A partir de aquí, se aceptan todo tipo de apuestas. Desde una fuerte toma de participación hasta acuerdos concretos en operaciones que resulten interesantes a los dos grupos.La primera opción se asemejaría a la jugada que ha hecho Sacyr en Eiffage. La compañía presidida por Luis del Rivero adquirió el pasado ejercicio el 33 por ciento de la tercera constructora francesa, justo el límite para lanzar una opa. Una posición que puede abrir las puertas del consejo de Eiffage a Sacyr a partir del próximo mes de mayo. A partir de ahí, todo es posible, desde participar activamente en la gestión hasta buscar una fusión amistosa.En el caso de ACS, una operación sobre Vinci le conferiría peso internacional y convertirse en un jugador de primer nivel en el cerrado mercado francés. Además, según La Tribune, la compañía de Florentino Pérez estaría analizando esta operación a través de Dragados, su filial constructora, lo que convertiría al grupo en la mayor constructora del mundo.