El empresario sevillano terminó decantándose por adquirir el 15% de FCCmadrid. Diciembre de 2006. Una noticia de última hora rompe la tranquilidad del primer viernes del mes: Luis Portillo compra a José Manuel Entrecanales el 15 por ciento de FCC. El empresario sevillano se convertía así en el segundo accionista de la constructora, por detrás de Esther Koplowitz. Una operación dirigida a conseguir un objetivo prácticamente imposible: fusionar Inmocaral con Realia.La inmobiliaria que comparten FCC y Caja Madrid es un auténtico objeto de deseo para Portillo, dispuesto a hacer lo imposible para anexionársela. Su interés es tal que hasta aparcó la posibilidad de adquirir Acciona Inmobiliaria.ConversacionesJusto antes de entrar en FCC, Portillo tanteó a José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, sobre su división inmobiliaria. Fuentes cercanas a estas conversaciones aseguran que llegó a ofrecer más de 2.000 millones de euros por la filial. Un importe similar al recogido en la última memoria de Acciona correspondiente al ejercicio 2005, que valoraba esta actividad en 2.138 millones de euros.El ofrecimiento de Portillo movió a Entrecanales a encargar a Lazard la valoración del negocio inmobiliario. Otros grupos, como la valenciana Ballester, han llamado a la puerta y se han encontrado con la negativa de la familia Entrecanales a vender su división inmobiliaria, una perita en dulce.Pero, al final, el hombre que ha multiplicado por diez el tamaño de Inmocaral en un año eligió el más difícil todavía y adquirió el 15 por ciento de FCC por 1.534 millones de euros. Una participación que le permitirá estar en el consejo de la constructora, pero le deja atrapado y supeditado a las decisiones que tome Esther Koplowitz, dueña indirecta del 51 por ciento del capital a través de la sociedad B-1998.Koplowitz ya le ha dicho que no fusionará su inmobiliaria con Inmocaral. Y menos ahora, cuando está a punto de acariciar el ansiado sueño de sacarla a bolsa y tomar el control del 51 por ciento de la filial, porcentaje que le permitirá a la constructora inyectar en su balance todo el resultado de la inmobiliaria.Realia y Riofisa cuadran másEl interés de Portillo por Realia, en detrimento de Acciona Inmobiliaria, resulta lógico, teniendo en cuenta el modelo de negocio de Inmocaral: los alquileres. Tras su paso por Metrovacesa, Portillo aprendió todos los secretos del lucrativo negocio patrimonialista. Un mundo menos expuesto a los amenazantes cambios de ciclo, más estable y capaz de conseguir importantes plusvalías con una acertada política de rotación de activos.Realia opera en este mismo mercado y, además, cuenta con todos los ingredientes para endulzar el sabroso cóctel que Portillo lleva preparando desde mayo de 2005: una importante cartera de edificios singulares, cuya joya de la corona es una Torre Kio. También cuenta con cuatro centros comerciales, repartidos por Madrid, Barcelona, Sevilla y Lisboa, y una menor presencia en promoción residencial.Pero el verdadero rey de los centros comerciales es Riofisa, la empresa que al final ha comprado Portillo. La compañía, todavía propiedad de la familia Losantos, suma más de diez grandes superficies en España, además de oficinas en Madrid, Barcelona y París. Un potencial que le convierte en objeto de deseo de cualquier inmobiliaria.Acciona Inmobiliaria, en cambio, está más posicionada en el negocio de la promoción residencial, con clara preferencia por las viviendas ecoeficientes.