El Consejo Editorial de 'elEconomista' en Cataluña se creó hace ahora dos años. Desde entonces, este órgano consultivo se ha convertido en un termómetro de la realidad económica catalana. Los miembros del consejo también aportan sus ideas propias para superar el bache. Por E. B.Hace casi dos años, elEconomista creó en Cataluña un Consejo Editorial para, una vez al mes, analizar y pulsar el estado de la economía catalana. Desde entonces, las empresas han sufrido un deterioro de sus ventas y la coyuntura económica ha ido a peor. En la última sesión, los miembros del consejo aportaron sus ideas para contribuir a atravesar el bache económico actual. Francesc Robert CEO de Grupo Octapris La función básica de un inversor no es tener ideas, sino invertir en ellas. Pero como premisa básica, Cataluña y sus dirigentes deben tener en cuenta que los fundamentos de la crisis son, en una parte muy importante, estructurales. Me pregunto de qué sirve invertir capital humano y dinero público reflotando sectores industriales obsoletos sin ningún futuro, en lugar de reconocer la realidad y centrar todos los esfuerzos y la energía emprendedora de este país en convertirlo en el Sillicon Valey del sur de Europa. Tenemos talento, ideas y espíritu emprendedor, sólo nos falta tomar consciencia de ello. Xavier Berneda Director general de Munich Una de las ideas para salir de la crisis es innovar en la distribución y comercialización de nuestros productos. Debemos utilizar los nuevos canales de las redes sociales que han nacido en Internet (por ejemplo Facebook, Twitter) y buscar nuevos clientes en aquellas zonas donde nuestros canales de venta tradicionales no llegan. Por ejemplo, Munich ahora puede vender unas zapatillas en Extremadura o en Holanda a través de Internet, sin necesidad de abrir tienda allí. Otra idea es crear nuevas divisiones de producto con nuestra marca. Lo que se denomina como los nuevos Océanos Azules de las empresas. Por ejemplo, ¿se imaginan un vino con marca de cerveza? o ¿una zapatilla deportiva que sólo valga para ir por casa, cómoda y fácil de lavar? O una marca de coches que en vez de buscar la subvención para seguir haciendo coches tradicionales busque uno que funcione con energías renovables o con un diseño diferente. ¿Por qué la Seat no reedita el 850 Coupe igual que Fiat ha hecho con el 500 o BMW con el Mini? También creo que es esencial que todas las empresas que sólo venden producto y no marca deben dotar de alguna forma a sus productos de marca. Y si no tienen tiempo de hacerlo, una solución también es crearla en forma de licencia igual que han hecho muchos productores con marcas como Disney o las firmas de moda en el mundo de la cosmética, belleza, óptica, viaje o menaje. Xavier Sedó Presidente de Grupo Sedó En una crisis como la actual, no sólo hay que ayudar a las empresas a sobrevivir a la crisis, también hay que ayudarlas a reducir sus tamaño o, cuando son obsoletas, ayudarlas a cerrar. Hay que analizar si las empresas están trabajando en un sector con sobre producción o si, de repente, se ha producido un desvío de mercado y ya nadie está interesado en esos productos. Lo que está claro es que ningún empresario cierra por gusto, pero si antes de empezar ya sabe que va a tener muchas dificultades para despedir o para cerrar la empresa, se lo pensará muy mucho antes de contratar a nadie. Lo aconsejable sería dar moral al empresario y eso le ayudaría a arriesgarse y a crear empleo. La globalización obliga a reestructurar a las grandes empresas, a las medianas y, sobre todo, a las pequeñas empresas. El Gobierno debería facilitar la financiación para cerrar aquellas empresas cuyo futuro no existe en vez de ayudarlas a subsistir. Algunos mecanismo para ayudar al cierre de empresas sería completar las indemnizaciones a los trabajadores con fondos públicos; en casos puntuales, alargar las prestaciones por desempleo y crear planes sectoriales de reestructuración. Joan-Ramón Rovira Jefe de Estudios de la Cámara de Comercio de Barcelona Tal y como ocurrió en la crisis de 1993, la recuperación vendrá del sector exterior. Sin embargo, hace quince años fue más fácil, ya que la devaluación de la peseta y la recuperación de la economía mundial nos hizo recuperar con rapidez la actividad económica. En esta ocasión, la recuperación será más lenta, ya que no podemos devaluar la moneda y todo el ahorro de costes y aumento de la productividad de nuestras empresas vendrá de los ajustes de plantilla que se realicen, lo que generará mucho paro. Además la economía mundial todavía sigue a la baja y ningún país parece que tome la responsabilidad de actuar como locomotora del mundo. Por eso nuestra recuperación será más lenta. Cristian Rovira Presidente 'Joves Empresaris' y CEO de Grupo Sifu "Ayudar a los autónomos a contratar a su primer empleado". Es algo que ya existe en Alemania y en otros países europeos. Se trata de favorecer al máximo que los autónomos se atrevan a dar el paso de contratar a su primer trabajador. Es un paso importantísimo ya que, si la experiencia tiene éxito, con seguridad el empresario repetirá. Para conseguirlo, el Gobierno debería favorecer al máximo posible que los autónomos den este paso. ¿Cómo? Con bonificaciones a la Seguridad Social de los trabajadores contratados durante el primer año de contrato; con tipos de contrato más flexibles que permitan a los empresarios dar este paso; con mayores facilidades para la extinción contractual, y con oficinas especializadas en asesoramiento para este tipo de autónomos. Si hemos podido reformar hace pocos meses un estatuto especial para el autónomo, que se adecuaba más a sus necesidades y con mayores coberturas para ellos, para entre otras cosas favorecer que tengamos nuevos autónomos, ¿por qué no podemos tener un estatuto especial del microempresario? Uno de los mayores miedos que tiene un autónomo, aún cuando el negocio le va bien, es a dar el paso a contratar a su primer trabajador. Si ponemos todas las facilidades para animar a que se dé este paso, daremos un paso de gigante sin duda para dar un empleo a muchas de las personas que durante estos últimos meses se han quedado sin él.