Los movimientos, según él, se hicieron a espaldas del Consejo de Administraciónberlín. Peter Hartz fue el "iniciador" del llamado "sistema Volkswagen", según él mismo reconoció ayer ante la Audiencia Provincial de Braunschweig que le juzga. Además matizó que el sistema se desarrolló a espaldas del Consejo de Administración del consorcio automotriz. Con el consentimiento del ex jefe de personal del consorcio se pagaron durante años sobornos y otras prebendas, incluidas las sexuales, a miembros del comité de empresa. Ahora Hartz se arrepiente con una confesión que le permitirá eludir la cárcel y evitar testimonios embarazosos.Así quedó claro al inicio del breve proceso judicial que deberá dictar sentencia sobre las 44 acusaciones de malversación que pesan contra el que fuera responsable de los recursos humanos de Volkswagen. Su testimonio, unido a la ausencia de antecedentes penales y al hecho de que no se enriqueció personalmente con el dinero desviado, permitirán que el castigo se rebaje. Como confirmó la juez encargada del caso, Hartz deberá cumplir un máximo de dos años de prisión condicional y pagar una multa de hasta 300.000 euros.Una pena más que aceptable para el directivo retirado, si se tiene en cuenta que permitió, entre otras cosas, que se desviaran cerca de dos millones de euros a las cuentas de Klaus Volkert, entonces presidente del comité de empresa, y 400.000 a las que poseía la amante de éste.