A pesar de haber subido un 22%, no se ha paralizado la clausuralondres. La firma de ropa británica anunció ayer que las ventas durante los tres últimos meses del 2006, aumentaron en un 22 por ciento con respecto del año anterior. La compañía facturó unos 312 millones de euros en este periodo. La directora de la compañía, Angela Ahrendts, se mostró muy satisfecha y destacó "los esfuerzos del equipo para llevar a cabo las estrategias principales, la innovación de la ropa exterior e intensificación de la oferta de productos de lujo". Pese a este aumento de los beneficios, la compañía continuará con sus planes de cerrar su planta en la localidad galesa de Rhonda, por la que perderán el puesto de trabajo 300 personas. Según la compañía, fabricar una camiseta en la planta de Rhonda le cuesta 17 euros, mientras que hacerlo en el lejano Oriente le sale por 6 euros. El cierre de esta fábrica ha sido criticado incluso por el ministro británico para Gales e Irlanda del Norte, Peter Hain, que ha dicho que un "icono de la britanidad" como Burberry "no debería fabricarse fuera".