Sin las plusvalías de la inmobiliaria, la ganancia de 1.451 millones quedaría en 673madrid. Urbis, la "joya de la corona" de Banesto, hizo fulgurar sus cifras en 2006 y le estampó el pasaporte para viajar más rápido en la nueva etapa, al salir de su órbita. Y es que la venta a Reyal del 50,2 por ciento de la inmobiliaria dejó al banco 1.181 millones de euros en plusvalías que triplican su resultado y suben las revoluciones del plan estratégico. El primer impacto en el beneficio neto: ganó 1.451,26 millones de euros, lo que supera en un 154,4 por ciento al resultado del año anterior. Sin las plusvalías de Urbis subiría un 18 por ciento y quedaría en 673 millones, explicó ayer la presidente del banco, Ana Patricia Botín. Segundo efecto para los accionistas: 800 millones de la inyección de fondos van directos a capitalizar al banco -el core capital sube del 6,1 al 6,7 por ciento-, es decir, lo refuerzan para encarar el crecimiento futuro. Y, sobre todo, permiten a Banesto recuperar el pago de dividendos que abandonó en 1992 forzado por la crisis patrimonial que condujo entonces a su intervención por parte del Banco de España. Desde 2000, el banco retribuía a los accionistas devolviéndoles parte del valor nominal de los títulos por el desequilibrio en el que se encontraba el capital y las reservas. Con la venta de Urbis, se anticipa la simetría entre ambas partidas, y Banesto se propone repartir entre los accionistas hasta el 50 por ciento del beneficio neto vía diviendo, frente al 45 por ciento que venía distribuyendo con el sistema anterior. Tercer impacto: los ingresos extras animan a acelerar las aperturas de oficinas y a rejuvenecer la plantilla a través de un plan de prejubilaciones voluntarias que llegará a 600 trabajadores en tres años. Da más gasolina para impulsar la nueva etapa. Y es que la red de sucursales de Banesto no crecía desde hace, al menos, quince años, pero esto cambia ya en 2006.Con Urbis o sin ella, lo que ayer subrayó la presidente al explicar los resultados junto al consejero delegado, José García Cantera, y el director financiero, Juan Delibes, es que el ejercicio fue de menos a más e hizo récords de negocio y resultados en el último trimestre.La cartera de créditos de clientes aumentó un 25,2 por ciento y los recursos totales gestionados el 22,8 por ciento, mientras que los costes repuntaron un 4,3 por ciento a pesar de las nuevas aperturas. Con la distinta marcha de estas rúbricas, el porcentaje de ingresos ordinarios que se consumen los gastos de explotación se redujo al 37,7 por ciento. Bate el objetivo del 38 por ciento que se había marcado para el pasado año y ahora se propone llegar al 35 por ciento en 2008. La asignatura que no cumplió fue conquistar los 0,25 puntos de cuota de mercado a la banca que se autoimpone ganar año a año. Se quedó en el 0,23 por ciento. Según el banco, no "arañó" mayor parte de la tarta "de manera voluntaria", al eludir participar más en las grandes operaciones corpotarivas de fin de año, que movieron 70.000 millones de euros y donde la cuota de Banesto se limitó al 2,6 por ciento. Otra cosa son los clientes particulares y pequeñas y medianas empresas empresas. La financiación concedida a particulares subió el 19 por ciento, pese a que el negocio hipotecario frenó y sólo se incrementó un 17,7 por ciento. Los préstamos a pequeñas compañías subieron un 24,6 y a las medianas un 34,7 por ciento. En recursos gestionados, la progresión fue del 11,7 por ciento, 17,1 y 18,1, respectivamente.Y es que la ofensiva de Banesto pivota, sobre todo, en cuatro nichos claves. Pymes y comercios: sumó 20.000 nuevos clientes -cerró con 234.000-, con los que realizó un 21,5 por ciento más de negocio. En 2007 quiere captar otros 20.000 y subir un 22 por ciento el negocio. En particulares, 533.000 de los cerca de dos millones que atiende han suscrito la Tarifa Plana en comisiones y 750.000 domiciliaron la nómina. A Banesto le interesan ambas estrategias porque consumen una media de seis productos por usuario, frente a los cuatro que contratan el resto de clientes y que se propone subir a 4,3 a final de este año. En previsión de la desaceleración hipotecaria, Banesto ha impuesto a la red extender al máximo el resto de financiación. Un 7,7 por ciento de la cartera de clientes dispone ya de algún crédito al consumo -6,3 por ciento el año anterior-, y el saldo contratado es de 1.968 millones. ¿Para 2007? Alcanzar los 2.400 millones. Su meta final es que uno de cada diez clientes financie sus compras con Banesto.