La cadena de los Calero quiere seguir creciendo en EEUU y Europamadrid. Carlos Calero dice que no le asusta la competencia pero, puestos a elegir, confiesa que teme más a los particulares que se deciden a montar su propio hotel que a una gran cadena. El consejero delegado de Vincci Hoteles también afirma que el negocio en el que está embarcado con buena parte de su familia jamás podrá tener unas rentabilidades tan altas como otros sectores. Sin embargo, ve como, poco a poco, su compañía empieza a diferenciarse de las demás y a crecer en territorio español y en parte del extranjero. Por el momento, la cadena de los Calero posee una cartera de 32 hoteles y a lo largo de este año abrirán siete más en varias ciudades españolas y otro en Lisboa. En 2006, Vincci Hoteles elevó un 26 por ciento sus ventas, hasta los 96 millones de euros, y el crecimiento de su ebitda fue de un 146 por ciento respecto al año anterior. Para 2007, la cadena prevé facturar 120 millones de euros en un año en el que se han propuesto invertir 75 millones de euros en nuevos establecimientos y remodelaciones. Tras el éxito de los dos hoteles que poseen en EE UU, Calero no descarta nuevas aperturas en ese país. Su sueño: hacerlo en Washington, Boston y Los Ángeles. "Y aunque es una como una carta a los Reyes Magos, nos gustaría entrar en París, Londres y Bruselas".