madrid. El presidente de la SGAE, Teddy Bautista, está cada vez más solo. Por primera vez en los últimos años, el PSOE se ha opuesto a los privilegios de la entidad que representa a los autores, rechazando que el Ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid) le regale un palacio. Hace tres años, el entonces edil del PP, Arturo González Panero, que ha tenido que dimitir por su implicación en el caso Gürtel, concedió a la SGAE la explotación del Palacio del Infante Don Luis durante un plazo de 75 años. Se trata de una joya del siglo XVIII, obra del arquitecto Ventura Rodríguez, que era de titularidad municipal por expropiación y que la SGAE quiere convertir en la sede de la Fundación Autor. El Ayuntamiento explica que convocó un concurso público, pero reconoce también que sólo hubo una sociedad que optó por su gestión: la de los autores. La transmisión se hizo a coste cero, aunque la entidad de los autores se comprometió a invertir un mínimo de 30 millones de euros en su rehabilitación. Tal y como denuncian desde hace tiempo el resto de la oposición y las organizaciones de vecinos de Boadilla, el PSOE reconoció ayer que "las actuales condiciones del convenio no aseguran el acceso a los vecinos ni al edificio central, destinado a las oficinas de la SGAE, ni a los jardines y huertas del palacio". Y no sólo eso. Además, insiste en que "el convenio no fija con claridad el porcentaje de rebaja en el precio a los vecinos de Boadilla que la SGAE aplicará en las actividades culturales que organice". En los tribunales Ahora, habrá que esperar, sin embargo, a lo que decida hacer el PP, sobre todo porque el partido Alternativa por Boadilla (APB) ha recurrido ya la adjudicación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid. El Palacio de Boadilla forma parte de un plan inmobiliario faraónico puesto en marcha por la SGAE, tal y como adelantó elEconomista el pasado 7 de mayo. En la red se integrarán cinco de los edificios que los autores tienen ya abiertos y otros diez más que están en proyecto o en fase de construcción, sumando un total de más de 160.000 metros cuadrados. Son espacios culturales que acogerán todo tipo de disciplinas -teatro, danza, música y espectáculos audiovisuales- a lo largo y ancho no sólo de España, sino también de Estados Unidos y Latinoamérica.