madrid. Los hermanos más jóvenes de la nueva Europa estrecharán lazos gracias a FCC. La compañía de Esther Koplowitz construirá un puente sobre el Danubio que unirá Rumanía y Bulgaria, los dos únicos países que se han incorporado a la Unión Europea este 1 de enero.La faraónica obra, presupuestada en 116 millones de euros, tendrá 1.971 metros de longitud, que unirán las ciudades de Vidin (Bulgaria) y Calafat (Rumanía). FCC se ha adjudicado este puente tras una larga pugna de dos años, que despertó el interés de otros 14 grupos internacionales. Sin embargo, el Ministerio de Transporte de Bulgaria únicamente seleccionó cuatro ofertas para la fase final.Una de ellas pertenecía a la constructora española, que acudió al concurso en solitario. Las otras tres estaban formadas por varias empresas, cuyos paladines eran los gigantes franceses Vinci y Bouygues y el alemán Hochtief.El futuro puente se dividirá en tres tramos. El primero dará acceso al ferrocarril desde el lado húngaro. El segundo discurrirá sobre la zona no navegable del río, entre la margen búlgara y una isla intermedia. El tercero cubrirá la zona navegable, entre dicha isla y la orilla rumana. Estos dos últimos tramos servirán tanto para transporte ferroviario como por carretera.Esta obra es una muestra más de la apuesta de FCC por Europa del Este, un mercado considerado estratégico por la compañía de Esther Koplowitz. De hecho, el pasado ejercicio la constructora adquirió varias empresas en el oriente europeo: la constructora austríaca Alpine, la empresa checa de gestión de agua Severomoravské SmVaK, y la empresa austríaca de servicios medioambientales ASA. Además, en los últimos meses, FCC ha ganado importantes contratos en países del este, como la construcción del viaducto de Basarab, al noroeste de Bucarest, por 135 millones; o la reciente adjudicación de la primera autopista en régimen de concesión de Austria, por 945 millones.