La Comisaria analizará si la postura del Gobierno italiano pudo hacer derrapar la fusiónmadrid. Jarro de agua fría para Antonio di Pietro. El ministro de Infraestructuras italiano no consiguió amilanar a Neelie Kroes, la implacable comisaria de Competencia europea, durante la entrevista que mantuvieron ayer en Bruselas. Un día antes, el ex juez Manos Limpias dijo que iba a pedir explicaciones a la Comisión Europea por mantener abierto el proceso de infracción sobre Italia, después de que Abertis y Autostrade decidieran posponer su fusión. Di Pietro no dudó en tachar de "irrespetuoso con los intereses de Italia" el modo de actuar de Bruselas.Un día más tarde, Kroes dejó claros los motivos de Bruselas: sospecha que la actitud del Ejecutivo italiano pudo haber echo derrapar la fusión. Un matrimonio que recibió las bendiciones europeas el 22 de septiembre, pero que tres meses después tuvo que quedarse aparcado por las continuas trabas que ha ido poniendo Di Pietro.En concreto, estudiará la forma en que se llevó a cabo el proceso de autorización nacional sobre la transferencia de las concesiones de Autostrade a la nueva compañía que habría creado con Abertis y los motivos que impidieron cuajar la fusión. Un matrimonio que habría engendrado un gigante valorado en 25.000 millones de euros.Esta noticia es un balón de oxígeno para Abertis y Autostrade, que nunca han dado por rota su fusión. Pero, las trabas del Gobierno italiano les llevó a dejarla en vía muerta, al menos, hasta que tengan todas las garantías necesarias.Un seguro que puede ofrecerles Bruselas si, finalmente, determina que la actitud del Ejecutivo ha sido contraria a la normativa comunitaria y culpable de echar por tierra una operación de competencia exclusivamente europea. Además, el Senado italiano se comprometió a adoptar todas modificaciones que pudiera marcarle Bruselas en la nueva legislación sobre concesiones.