Los publicistas trabajan con la Administración para moderar los mensajes de los anunciosMADRID. Ni las muñecas son para niñas ni los balones para niños. O al menos, no necesariamente. Eso es lo que opina el Gobierno que a través del Observatorio de Igualdad, se ha reunido con los publicistas para que los anuncios de juguetes hagan "una buena publicidad" pero "sin afianzar los roles" masculino y femenino, con el fin de evitar la "discriminación", señaló la titular de este departamento, Soledad Murillo. Se está trabajando de forma conjunta con la Asociación de Autocontrol de la Publicidad para "modernizar los mensajes" y hacer "una buena publicidad sin afianzar roles". "Cuando te especializas en un género y le das una atribución, estamos ante discriminación", agregó. De hecho, y a pesar de que han dejado de mostrarse mensajes de juguetes directamente relacionados con el ámbito doméstico, "como las cocinitas o las escobas", Murillo destacó la dificultad de compaginar dos tipos de publicidad. Y es que el espónsor quiere "vender y satisfacer una demanda" al tiempo que "ha de cuidar, no forzar, ni imponer roles". Educar con los juguetesA su juicio, los gustos "se educan y se adquieren jugando" y este afianzamiento de los roles puede tener una traducción muchos años después, cuando en el caso de violencia de género una mujer agredida suele decir: "Yo soy una buena madre y buena esposa", mientras que su agresor "no entiende por qué se produce tanto escándalo", lo que se debe "a que los juegos masculinos tienen más que ver con la competición y el triunfo". "Nosotras contamos con el cuidado de un sujeto dependiente, un muñeco al que vistes y das alimentos, y después te sitúas en la vida afectiva desde esa posición; por eso ellas se sienten responsables del hogar", explicó Murillo, y añadió que los géneros masculino y femenino "son unos enormes indicadores de riesgo" y apostó por ser "menos chicos y chicas, y más individuos que se comportan como quieren".