Deloitte cambia su visión sobre el futuro de la entidad tras la rebaja de su 'rating'madrid. El auditor de Cajasur ha querido curarse en salud sobre el futuro de la entidad y ha incluido en el último momento una salvedad en su informe sobre las cuentas anuales de 2008. Deloitte ha modificado su visión sobre el futuro de esta institución financiera tras la reciente bajada de la calificación crediticia por parte de Fitch a niveles de bono basura y opina que necesitará, como otras entidades en su misma situación, adoptar "medidas estructurales" y "de búsqueda y captación de instrumentos que garanticen la liquidez y la solvencia, entre otros aspectos", ante el mayor coste para poder reforzarse. Aunque Deloitte apunta que la caja cordobesa se ha puesto en marcha para dar respuesta a los riesgos, matiza que "no es posible evaluar su resultado", por lo que ha preferido incluir la salvedad y evitar cualquier tipo de responsabilidad. El cambio de postura no ha sentado bien en el seno de Cajasur, porque, según fuentes conocedoras de la situación, el auditor dio su visto bueno total a finales de marzo, cuando estuvo presente en el consejo de administración, en el que se analizó la situación de la caja y se pusieron encima de la mesa algunas iniciativas para mejorar su capacidad de financiación y de recursos propios, con el objetivo de sortear la crisis económica. Ya entonces Deloitte conocía las alertas sobre un posible recorte en el rating, que casi un mes después se ha materializado. Ante estas previsiones más pesimistas, el consejo debatió sobre las medidas más adecuadas que podrían implantarse, al margen de las ya desarrolladas en los últimos meses, sobre todo, encaminadas a mejorar la liquidez como consecuencia del cierre de los mercados mayoristas. Un portavoz de Cajasur no quiso hacer comentarios sobre la salvedad de Deloitte, pero sí señaló que la caja ha trabajado para tener un exceso de liquidez de 3.500 millones de euros y sentirse más cómodos. Además, sostienen que apenas necesitan ir al mercado a recaudar fondos porque financian la práctica totalidad de la inversión crediticia con depósitos. Emisiones de deuda Entre las medidas que analiza la caja andaluza para reforzar su capital se encuentra la emisión de deuda subordinada con aval del Estado y el lanzamiento de cédulas o bonos en operaciones conjuntas con otras entidades a través de Ahorro y Titulización, una filial de Ahorro Corporación, según informan las mismas fuentes. Esta es propiedad de las cajas. De esta manera el coste sería menor, ya que la rebaja del rating hace muy costoso estos productos de manera individual. Por este mismo motivo ha descartado por el momento emitir cuotas participativas, el sistema más utilizado por las entidades financieras para elevar la solvencia -de primera categoría- desde finales del año pasado. No obstante, no cierra completamente la puerta a una operación de este tipo. Las participaciones preferentes no otorgan derechos políticos a los inversores, pero ofrecen una retribución fija (condicionada a la obtención de beneficios) y cuya duración es perpetua, aunque el emisor suele reservarse el derecho a amortizarlas a partir de los cinco años. Cajasur es una de las entidades que cuenta con uno de los ratios de solvencia más bajos, pero muy por encima de las exigencias legales del 8 por ciento. Este parámetro mide la capacidad de sus recursos propios para hacer frente a los riesgos asumidos. La solvencia de Cajasur se ha resentido levemente como consecuencia del deterioro de sus activos, principalmente inmobiliarios, y el repunte de la morosidad. En 2008, el ratio se situó en 9,36 por ciento. El de Caja Castilla-La Mancha rondaba el 5 por ciento, por lo que la situación no es comparable. Cajasur se ha visto dañada fuertemente por el avance de la morosidad, que a finales del ejercicio pasado afectaba al 6,4 por ciento de los créditos. El dato es tres veces superior al de 2007, aunque en línea con el ascenso experimentado en el sector. Tal aumento conllevó una disminución de sus reservas para hacer frente a las insolvencias futuras, hasta niveles inferiores a lo aconsejado por el Banco de España, del 50 por ciento. Por debajo de este nivel también se encuentran las provisiones de otras cajas, por lo que no es específico de la firma cordobesa.