El comité ejecutivo viaja a Sotogrande para analizar el relevo de Íñigo Meirásmadrid. "No hay un calendario fijo, aunque esperamos tenerla completada antes de final de año". Con estas palabras respondieron ayer Nicolás Villén y Francisco Clemente, directores financieros de Ferrovial y Cintra, respectivamente, a la pregunta sobre el calendario que barajan para su fusión. No obstante, fuentes próximas a la matriz consultadas por elEconomista son más precisas y aseguran que el objetivo de los dos grupos es convocar en octubre sendas juntas extraordinarias para someter al voto de todos los accionistas su matrimonio. Una vez obtenido el respaldo de la asamblea general, todavía faltarán varios procesos burocráticos por resolver, que retrasarán hasta final de año la consumación del matrimonio, como apuntan Clemente y Villén. Tiempo suficiente para ir también decidiendo el nuevo comité de dirección de Ferrovial, después de que la semana pasada se promocionara a Íñigo Meirás, máximo responsable de Aeropuertos, a número tres del grupo y delfín de Joaquín Ayuso para tomarle el testigo como consejero delegado. Según confirmó Meirás a este periódico, antes de final de año espera tener cerrado el relevo, que conllevará una remodelación de la primera línea directiva de Ferrovial, ya que la compañía controlada por Rafael del Pino quiere sucederle con un hombre de la casa. Reunión de altura Con todos estos deberes sobre la mesa, el comité de dirección de Ferrovial ha viajado a la localidad gaditana de Sotogrande para trabajar en privado, durante esta semana, la remodelación de la cúpula, sin perder de vista los movimientos de ficha que también conllevará la previsible fusión con Cintra. Ésta podría abrir la puerta a una ampliación del consejo de Ferrovial, al que se incorporará Meirás y, probablemente, algún otro nuevo miembro. Todos estos cambios se producen cuando Ferrovial y Cintra empiezan a respirar más tranquilas en sus cuentas de resultados (ver gráfico). Ambas compañías han arrancado el año con unos prometedores resultados. En el caso de la matriz, destaca su capacidad de elevar el beneficio bruto y neto de las operaciones, a pesar de la caída de los ingresos, mientras que la filial vuelve a beneficios, aunque ayudada por cambios contables.s Más información relacionada con este tema en www.eleconomista.es