Enrique Bañuelos se ha convertido en el primer accionista de la entidad catalana, con el 5,24 por ciento del capitalMADRID. Imparable. Desde que perdió su anonimato, Enrique Bañuelos ha dado muchos motivos para que se hable de él. Todo comenzó hace apenas siete meses, en mayo, cuando sacó a bolsa su inmobiliaria: Astroc. Por aquel entonces se trataba de una desconocida empresa valenciana. Hoy, tanto ella como su presidente protagonizan constantes operaciones que convulsionan al mundo empresarial.La última llegó ayer, cuando Bañuelos anunció que había alcanzado el 5,24 por ciento del Banco Sabadell. Un porcentaje que le convierte en el primer accionista individual de la entidad y refuerza el núcleo duro del banco, ya que Bañuelos suscribió el pacto parasocial que Josep Oliu, presidente de Sabadell, propuso para blindar a la entidad de ataques hostiles.De hecho, el presidente de Astroc confía plenamente en la cúpula del grupo catalán. Una fe ciega que le permite tener una participación de 544 millones de euros en Sabadell y no querer un puesto en el Consejo de Administración.Pero los planes de Bañuelos no terminan aquí. El empresario valenciano ha recibido el visto bueno del Banco de España para seguir comprando acciones, hasta llegar al diez por ciento del capital. Un horizonte que, sin prisa pero sin pausa, prevé alcanzar.Hasta que Bañuelos, o algún otro accionista vuelva a mover ficha, el núcleo duro de Sabadell controla el 16,5 por ciento de la entidad. Isak Andic, dueño de Mango, ostenta el 4,3 por ciento; Josep Oliu, el 1,3 por ciento; José Manuel Lara, presidente de Planeta, el 3,7 por ciento; y Joaquín Folch-Rusiñol, dueño de Titan, otro 2 por ciento; que se suman a la participación de Bañuelos.Además, según han reconocido fuentes de la entidad, hay varios empresarios catalanes con participaciones en torno al 0,5 por ciento. Alicia Koplowitz, por su parte, posee cerca del 3,8 por ciento de la entidad, pero no pertenece al núcleo duro.Este selecto grupo ha construido gran parte de su cartera gracias a La Caixa. Justo antes de cerrar 2006, la primera caja catalana completó su anunciada desinversión en Sabadell: primero vendió a accionistas afines a Oliu el 12,4 por ciento del banco y, pocos días después, se desprendió del último 4,5 por ciento que le quedaba.Pero Bañuelos no ha adquirido títulos a La Caixa. El empresario empezó a construir su cartera hace dos años, cuando Sabadell amplió capital con motivo de la compra del Atlántico. Entonces, Bañuelos tomó un uno por ciento. El mismo porcentaje que, después, compró al portugués BCP y otro tanto a la familia Sanahuja. El 2,24 por ciento restante lo ha adquirido en bolsa.