La empresa belga violó la privacidad de los clientes europeos al colaborar con EE UUbruselas. Comienzan a salir a la luz las conclusiones de las comisiones de investigación sobre el caso Swift: la empresa belga encargada de transmitir entre las entidades financieras los datos que acompañan prácticamente cada transferencia bancaria realizada en el planeta (emisor, receptor, etc.). En junio se supo que Swift facilita a Washington los datos bancarios en su poder, y que las autoridades estadounidenses los utilizan en su lucha contra el terrorismo. El Gobierno de Bélgica admitió el jueves que la filtración de datos de ciudadanos europeos que Estados Unidos exige y Swift acata viola el derecho a la protección de datos y de la vida privada contemplado por la legislación belga. La Comisión Europea espera recibir el informe para analizar si también se ha violado el derecho comunitario.Leonard Schrank, consejero delegado de Swift, aseguró ayer a través de unas declaraciones publicadas en el diario La Libre Belgique que, según las informaciones de los servicios de inteligencia estadounidenses, "las informaciones comunicadas por Swift han permitido salvar miles de vidas [...] y han evitado atentados terroristas en ambas orillas del Atlántico y en Indonesia".Pese a constatar la ilegalidad del sistema, el Gobierno belga ni anuncia sanciones ni pide su suspensión, dando prioridad a la colaboración en la lucha contra el terrorismo. Preferiría que una negociación entre la UE y Estados Unidos arreglara a la situación: Swift está atrapada entre las leyes divergentes de el Viejo y el Nuevo continente.