madrid. Entre el 10 y el 15 por ciento de las emisiones totales de CO2 en el mundo corresponden al transporte terrestre, y este colectivo ha aumentado sus emisiones un 73 por ciento. La Fundación Racc quiere aportar su grano de arena desde el punto de vista de los impuestos que paga el automóvil en España, ya que considera que es "la gran reforma fiscal pendiente".Esta fundación presentará dos propuestas al Gobierno, ambas enfocadas a elminiar el Impuesto de Matriculación, por considerar que debe vincularse directamente a criterios y objetivos medioambientales, que "actualmente no lo están".Aunque coincide con el deseo de la industria de se grave menos la compra y más el uso del automóvil, los planteamientos del Racc pasan por mantener una neutralidad recaudatoria, es decir, que el Gobierno siga recaudando lo mismo aunque de distinta forma. Para mantener los ingresos, la primera propuesta de la fundación contempla una potenciación del Impuesto de Circulación, que penalice sobre todo a los que más CO2 por kilómetro emitan, y que el que menos gases emita esté exento. Además, como medida complementaria, sugiere reforzar el Plan Prever. La segunda propuesta prevé equilibrar la recaudación con un incremento progresivo del impuesto sobre carburantes, con excepciones en los carburantes profesionales.