Conocía, desde el 2004, que se estaban realizando los sobornos del consorcio germanoberlín. El ex directivo de Siemens, Thomas Ganswindt, estaba enterado del pago de sobornos y el desvío de grandes cantidades al extranjero que se practicaba en el consorcio germano. Según varios diarios germanos, el que fuera miembro de la presidencia reconoció desde la cárcel que conocía el sistema desde 2004. La fiscalía espera esclarecer, gracias a Ganswindt, la implicación de otros altos cargos.El que fuera responsable de la división de telecomunicaciones, Siemens Com, ingresó la semana pasada en prisión preventiva. Poco después confesó ante los investigadores que fue informado por uno de sus subordinados de la realización de pagos irregulares para obtener grandes contratos en diversos países. Ignoraba, según sus declaraciones, el nivel de corrupción alcanzado y los detalles de las transacciones. También desconocía, supuestamente, que el desvío de capitales estuviera beneficiando a algunos trabajadores.Según las pesquisas internas realizadas por Siemens, en los últimos años fluyeron cerca de 420 millones de euros de forma fraudulenta. De acuerdo a las informaciones aportadas por el jefe de contabilidad que implicó a Ganswindt, el dinero pasaba por cuentas bancarias en Liechtenstein o Suiza e iba a parar a países como Grecia, Nigeria o los antiguos estados soviéticos.La fiscalía encargada del caso, que hasta ahora apunta hacia doce sospechosos, presentará a finales de esta semana los primeros resultados. Hasta entonces intentará esclarecer hasta dónde llegaba la corrupción. Resulta en todo caso interesante que Ganswindt fuera informado de los sobornos en 2004.