madrid. Mapfre anunció el pasado domingo la compra del 50 por ciento del negocio de seguros de coches de la aseguradora italiana Cattolica, el primer paso de una alianza entre las dos compañías que implicará una gestión común de las primas de seguros obligatorias. "La puesta en marcha de la alianza -subraya Ezio Paolo Reggia, consejero delegado de Cattolica, que desempeñará el mismo puesto en la nueva compañía- representa el primer pilar del nuevo plan empresarial del grupo"."Estamos pasando de un contexto de compañías generalistas a una nueva época de aseguradoras especializadas en los diversos sectores de seguros, para atender mejor las exigencias de los clientes", explicó Reggia.La decisión de Mapfre busca, en primer lugar, este objetivo, considerando "la calidad técnica alcanzada por nuestros socios que consiguen liquidar el 90 por ciento de los siniestros en el mismo año y que brillan sobre todo por su capacidad de personalizar los contratos para adecuarlos a las características de los clientes. Con ellos, lograremos una ventaja competitiva decisiva".¿Cattolica, por su parte, utilizará el acuerdo para quitarle clientes a las demás compañías, aprovechando las oportunidades del decreto Bersani que, en el ámbito de los seguros automovilísticos, está a punto de derogar la cláusula de exclusividad en la gestión de los agentes? "No lo hemos pensado todavía, pero no estamos cerrados a nada, dado todo lo que está pasando", respondió Reggia.En cuanto al destino de los recursos financieros que llegan "la prioridad es utilizarlos para crecer en Italia o en el extranjero, igual junto a nuestro nuevo aliado". ¿Una víctima italiana podría ser Nuova Tirrena, cuya venta ha sido exigida por la autoridad antitrust a Generali para autorizar la compra de Toro? "Por qué no, si sale la posibilidad. Como tercera opción, por el momento residual, no puede excluirse la restitución a los accionistas de lo conseguido con la venta".