El director de la filial española garantiza la producción durante al menos dos añosmadrid. Parece que la medida de "ampliar las vacaciones" de algunas plantas de Chrysler en Estados Unidos no va a ser suficiente para adaptar su capacidad productiva a lo que realmente puede vender.Al igual que sus competidoras General Motors y Ford Motor Company, DaimlerChrysler también va a tener que tocar la organización de sus plantas en Estados Unidos si quiere evitar los efectos del "síndrome de la sobreproducción" en sus cuentas de resultados.Por eso, y según informó ayer un portavoz, ya se ha puesto manos a la obra para ver qué partes de la empresa debe reestructurar. Con este fin ha puesto a trabajar a siete grupos especializados, que a finales del primer trimestre del próximo año tendrán que saber qué va bien, qué va mal y cómo solucionarlo.La primera parte sobre la que se centrarán será en el área de gestión, la forma de trabajar y las estrategias que se están aplicando. Al mismo tiempo estos grupos de analistas estudiarán posibles cambios estructurales, aspectos de fabricación, costes de materiales, gestión de los beneficios y la calidad de los productos, informa Ep.La compañía no elude la palabra reestructuración, que tal y como se ha podido ver en los otros gigantes americanos implica reducciones de plantilla y cierre de instalaciones productivas.De momento se desconoce de qué forma va a afectar tanto a la plantilla como a la red de fábricas en Estados Unidos, y es previsible que nada se sepa hasta la presentación de este plan.Chrysler, parte norteamericana de DaimlerChrysler, acusa un fuerte descenso de ventas en el mercado estadounidense debido en gran parte al incremento del precio de los combustibles.