La clínica iQtra aplica sus propiedades regenerativas para reparar fracturas con rapidez y sin agresividadLos deportistas le consideran un ángel de la guarda, un apodo que le cae como un guante. El teléfono de Ángel Villamor está entre los favoritos en las agendas de figuras como César Rincón o Fonsi Nieto. El prestigio de esta eminencia en medicina deportiva se fundamenta en los espectaculares resultados que obtiene con técnicas amables, que aceleran el tiempo de recuperación de forma sorprendente. La filosofía de Villamor es evitar las cirugías agresivas y las prolongadas rehabilitaciones que éstas conllevan. "Es más, cada vez somos menos quirúrgicos y confiamos en técnicas terapéuticas que pueden llegar a evitar la intervención", precisa el doctor en la consulta de la madrileña clínica iQtra (www.iqtra.com), no sin antes recordar que él y su equipo introdujeron en España, por ejemplo, las prótesis mínimamente invasivas de rodilla, cadera y hombro. "Con vendajes funcionales (técnicas tapping, en inglés) conseguimos bloquear los movimientos que perjudican al paciente, pero respetamos el resto de su actividad. También empleamos escayolas de resina y fibra de vidrio, con diferentes grados de elasticidad". Este proceso de investigación les ha llevado a la biomedicina, dentro de la cual son pioneros en España en el autotransplante de células madre, que está siendo ensayado para tratar fracturas y lesiones óseas de gran complicación. Es el paso siguiente a la aplicación de plasma rico en factores de crecimiento, con el que ya habían comprobado que se regenera el hueso, tejidos como los músculos, tendones o úlceras de piel. Las células madre, cuyo potencial es mayor, se extraen de la médula ósea del propio paciente. Fracturas y tendinitis"Lo hemos empezado a utilizar en necrosis en cabeza de fémur de personas jóvenes, fracturas óseas, tendinitis crónicas… Pero la novedad más importante fue la cirugía llevada a cabo a una paciente que ya portaba una prótesis de cadera y tuvo una caída que le fracturó el fémur justo donde estaba colocada la prótesis". La única intervención posible era arrancar la prótesis que llevaba y ponerle una mayor tras fresar una vez más el hueso. "Es una cirugía muy agresiva y compleja, con una recuperación de varios meses, por lo que decidimos trasplantar células madre para reparar la fractura ósea sin tocar la prótesis. Fue todo un éxito. En un mes, la paciente, que además estaba sometida a un tratamiento oncológico, está caminando", comenta orgulloso el traumatólogo. Para hacer esta intervención, que se desarrolló el pasado 4 de octubre, se le extrajo a la paciente médula ósea mediante dos pequeñas incisiones en las crestas iliácas. Tras concentrar las células con un sistema denominado Harvest, las inyectaron con una aguja larga mediante control radiológico en la fractura. A las tres semanas el hueso había comenzado a hacer callo. "Estas lesiones tan complicadas son las que te obligan a probar estos métodos", explica Villamor.