madrid. Arte y Naturaleza ha entrado en el túnel de la suspensión de pagos. Mes y medio después de que la compañía solicitara en el juzgado el concurso voluntario de acreedores, los tribunales han aprobado el proceso, que permitirá que los inversores puedan cobrar en el futuro sus deudas. Tal y como establece ley, el juez ha establecido tres administradores concursales para gestionar la suspensión: José María de la Cruz, socio del bufete de abogados Diaz-Bastien; Vicente Estrada, economista de la firma KPMG y Eugenio Martín, presidente de la Asociación de Afectados de Arte y Naturaleza, en calidad acreedor.La empresa de bienes tangibles envió ayer una carta a los clientes en la que explica que tras la presentación de un informe sobre la sociedad y sus negocios, así como un inventario de sus bienes por parte de los nuevos administradores, los acreedores tendrán un mes de plazo para presentar sus peticiones.Pago de los créditosDespués, y una vez que se resuelvan las posibles impugnaciones que se puedan presentar en el juzgado, se abrirá un nuevo plazo para la aceptación del convenio presentado por la compañía y que contendrá las propuestas para el pago de los créditos. Será entonces cuando los tribunales decidan si autorizan la propuesta -en ese caso finalizará el concurso y los administradores concursales dejarán sus puestos- o se rechaza, con lo que se abriría un proceso de liquidación. Si se diera este último supuesto y la empresa tuviera que disolverse, se venderían todos los bienes de la misma para pagar, en la medida de lo posible, a los acreedores.Arte y Naturaleza, que presentó suspensión de pagos el pasado 30 de octubre, achacó su crisis financiera al "gravísimo efecto producido" por la intervención judicial de Fórum y Afinsa, cuya insolvencia fue declarada por el mismo juzgado, el número 6 de Madrid.La empresa reconoció que la intervención de las compañías filatélicas conllevó una gran inquietud y alarma en gran parte de los clientes, quienes comenzaron a cancelar los contratos anticipadamente.Pese a que Arte y Naturaleza declaró que era ajena a Fórum y Afinsa, lo cierto es que su operativa era exactamente igual a la de las filatélicas. La empresa ofrecía a sus clientes obras de arte sobre las que prometía, bajo contrato, importantes revalorizaciones.