nueva york. Muchos lo comparan con la inmensidad y hegemonía del Imperio Romano y no es para menos. WalMart se ha convertido en la mejor bandera del capitalismo moderno y empresarialmente hablando su tamaño bien podría vestir una XXL. La cadena de hipermercados más grande del mundo, que triplica a la francesa Carrefour en su presencia en el mercado, ha sido la primera compañía en masificar los precios al alcance de todos pero, a cambio, se ha convertido en la pesadilla de proveedores, trabajadores y comunidades, quienes afirman que esta compañía es un cáncer para la cultura estadounidense. Con un ingreso neto de 11.800 millones de dólares en 2005 y unas ventas que alcanzaron la friolera de 316.000 millones de dólares, WalMart no tiene nada que envidiar a las todopoderosas petroleras, ya que le pisa los talones a Exxon Mobile, la corporación más grande del mundo. La empresa, fundada en 1962 por Sam Walton, en Rogers, Arkansas, se ha convertido en el dueño y señor de los comestibles en EE.UU, donde controla alrededor del 20 por ciento de este segmento y en la mayor juguetería del país, con alrededor del 22 por ciento del mercado tras haber derrotado a Toys R Us a finales de los 90. Los tentáculos de Wal Mart Por supuesto, su estructurado plan para conquistar el mundo parece estar saliendo a la perfección pese a sus descalabros en Alemania y Corea del Sur. En la actualidad, Wal Mart opera en México bajo el nombre de Walmex, en Reino Unido como ASDA y en Japón es conocido como The Seiyu . Además cuenta con establecimientos en Argentina, Brasil, Canadá y Puero Rico, que a comienzos de 2006, contabilizaban un 20.1 por ciento de las ventas totales del coloso. En su última estrategia colonizadora, China y la India podrán disfrutar de sus productos baratos "a cualquier precio". El lema que Wal Mart lleva grabado con sangre en su plan empresarial es el de ofrecer el precio más bajo a sus consumidores, algo que, nunca llega a conseguirse. Aún así el minorista rebaja anualmente sus costes lo máximo posible, algo que le permite ofrecer sus productos a precios irresistibles y obtener cuantiosos beneficios pero ¿quiénes son los perjudicados directos de la estrategia de Wal Mart? Muchos, principalmente los proveedores, seguidos de los trabajadores de los establecimientos, así como los pequeños y medianos negocios que no pueden competir contra este mastodonte del consumo estadounidense. En los que muchos tachan de maquiavélico plan de la compañía, Wal Mart consigue ofertar a sus clientes suculentos precios gracias a las presiones que ejerce sobre sus proveedores. Los productos básicos con los que la compañía nutre todos sus establecimientos deben ser comprados a costes cada vez más reducidos año a año para que, posteriormente, el minorista pueda reducir el precio de venta final al cliente. Esto pone contra las cuerdas a los proveedores, que se ven obligados anualmente a vender más baratos sus productos o se arriesgan a perder el cobijo de Wal Mart. En grandes núcleos urbanos esta situación no supondría una tremenda desgracia pero en comunidades pequeñas, la apertura de un Wal Mart se traduce en un suicidio para el resto de pequeños comerciantes, que deben someterse a las órdenes del más fuerte o echar el cierre. Los más de 21.000 proveedores con los que cuenta el minorista en Estados Unidos, también han tenido que enfrentarse a una nueva amenaza, el abaratamiento de costes que supone la importación de productos de otros países, como China. Wal Mart ha sabido aprovechar muy bien utilizar esta carta como moneda de cambio y no ha dudado en cerrar fábricas o finalizar contratos con sus proveedores locales para convertirse en la principal vía de entrada de empresas extranjeras en el apetecible mercado de EE.UU. En los últimos cinco años, el minorista ha doblado sus importaciones chinas y sólo en 2002 obtuvo de este país mercancías valoradas en 12.000 millones de dólares, lo que supone alrededor del 10% total de exportaciones estadounidenses. Pero pese a que en muchos puntos de la geografía estadounidense, los Wal Mart supongan verdaderos centros de encuentro social y sus asequibles precios hayan supuesto, incluso, una democratización del entretenimiento al que las discográficas y distribuidoras cinematográficas no han dudado en prestar el máximo apoyo, el minorista cuenta con un largo cúmulo de demandas sobre abusos laborales que le han costado su reputación. Sindicatos como Wake Up Wal Mart han nacido como resultado de las denuncias sobre discriminación, abuso infantil y laboral que se ciernen sobre la compañía. Más de 40 demandas esperan en los juzgados para dar una solución a estos borrones, que además, tampoco cuentan con la aprobación de los gobiernos estatales de EE.UU que exigen al minorista que comience a ser consciente de los gastos sanitarios de sus trabajadores, así como del salario mínimo y los derechos que debe otorgar a todos y cada uno de sus empleados. Que viene el cocoEn un esfuerzo de este lobo feroz por no seguir ejerciendo la labor de ogro entre sus más de 1.6 millones de trabajadores o "asociados", ha decidido sacar adelante una nueva iniciativa "Associates Out in Front," que coincide con la llegada del espíritu navideño. Por eso, Wal Mart agraciará con un 10 por ciento de descuento a toda su fuerza laboral de cara a las compras de estas fechas y, además pretende potenciar el diálogo. Wal Mart quiere que todos los integrantes de la familia se sientan seguros y puedan presentar sus quejas sin ningún tipo de represalia. Esta decisión se toma después de seis meses en los que el coco ha preferido acabar con los contratos a favor de los sueldos por horas, además de la reducción drásticas de horarios para rentabilizar sus costes.