El presidente de E.ON se está construyendo una casa pensando en ahorrar energíaWulf Bernotat, presidente de E.ON, tiene por delante uno de los mayores retos de su carrera: convertir la eléctrica que dirige en una de las mayores compañías del mundo.Bernotat es la viva imagen de la constancia. Prueba de ello es que permaneció 20 años en la petrolera Shell, donde realizó lo que hoy se conoce como una carrera internacional. Estudió y se doctoró en derecho por la Universidad alemana de Göttingen, probablemente influido por su padre, un juez de la rama administrativa. Comenzó a trabajar en 1976 en la asesoría jurídica de la petrolera en Hamburgo y cinco años después lo trasladaron a Londres para ocuparse de la dirección de desarrollo comercial para Europa del Este.La buena labor realizada durante tres años fue premiada con su vuelta a Hamburgo, pero en esta ocasión como director de distintas divisiones. Como en todos los cargos intermedios, a los cinco años, la empresa le quiso ascender de nuevo a un puesto importante, pero discreto, y se le mandó a la dirección general de Shell en Portugal.En 1992 llegó ya a su primer cargo de la rama de negocio y se convirtió en coordinador del área de África y del negocio del carbón para el hemisferio Sur. En 1995 lo trasladaron a París, como miembro del Consejo de Administración de la filial francesa y responsable de las actividades de downstream (comercialización y márketing). Tan sólo un año después, Bernotat recibió una propuesta de su amigo Ulrich Hartmann, por aquel entonces responsable de Veba, y cambió de empresa para incorporarse como miembro del consejo de la eléctrica alemana. Allí, fue responsable de los negocios de suministro y marketing, refino y distribución y productos petroquímicos, pero su permanencia se puso en entredicho por el propio consejo.En 1998, Hartmann, al que después sucedería en la presidencia de E.ON -resultado de la fusión de Veba y Viag-, le llevó a encabezar la empresa de logísitica Stinnes, donde permaneció hasta octubre de 2002, fecha en la que la empresa se vendió a la Deutsche Bahn.Bernotat tiene fama de contar con su equipo a la hora de tomar decisiones. De hecho, el primer contacto para iniciar la operación de compra de Endesa lo realizó uno de sus colaboradores. En la lista negra de sus proyectos figura la compra de la Scottish Power, en la que el gigante eléctrico alemán fracasó por una oferta que los escoceses consideraron entonces cicatera.A lo largo de sus años en E.ON, Bernotat ha tenido que enfrentarse a escándalos como el desvelado por Der Spiegel en mayo de 2005, en que se conoció que la alemana había invitado a, al menos, 150 políticos y miembros de empresas de energía locales en lo que llamaron "viajes informativos". Además, el presidente de la eléctrica ha sufrido a los inspectores de la Comisión Europea, que investigan la empresa por un posible caso de abuso de posición de dominio. A Bernotat, que es consejero de la aseguradora Allianz, Metro y Rag, no le gusta hablar de su vida privada, aunque se sabe que se está construyendo una casa con una bomba de calor y enfocada según la salida del sol para reducir el consumo energético.