parís. Una fantasía en al más puro estilo de las aventuras de Mickey Mouse, Bambi o Dumbo: eso es lo que ha resultado ser la oferta de compra de un misterioso grupo suizo sobre Euro Disney, la compañía que gestiona el celebérrimo parque de atracciones Disneyland París, en las afueras de la capital francesa.La Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), el gendarme de la Bolsa de París, había dado de plazo hasta la noche del pasado lunes para la formalización del proyecto de compra anunciado por el helvético Center-Tainment, del que nadie había oído hablar hasta la semana anterior. Este martes, los suizos no habían dado señales de vida, y en virtud del reglamento de la AMF, no podrán depositar una oferta hasta dentro de seis meses. Desde el principio, los analistas se mostraban incrédulos ante la operación. Euro Disney administra un gigantesco conjunto en el que trabajan más de 12.000 personas, compuesto por dos parques temáticos, más las tiendas y restaurantes del Disney Village, siete hoteles con 5.800 habitaciones y un golf. Se autoproclama primer destino turístico europeo con más de 12 millones de visitantes anuales, entre los cuales los españoles forman el tercer grupo más numeroso. Un objetivo ambiciosoValorado en 350 millones de euros, un 39,8 por ciento del capital del grupo está controlado por Walt Disney. El príncipe saudí Al Walid bin Talal -octavo hombre más rico del mundo, según Forbes- posee otro 10 por ciento y el resto está colocado en los mercados. Pero, como todos los parques de atracciones, Euro Disney tiene que invertir continuamente para renovarse y atraer a los visitantes, y el peso de las dotaciones por amortizaciones lastra su cuenta de resultados. Lleva cinco años en números rojos y en el último ejercicio registró una pérdida neta de 73,1 millones, mientras su deuda se eleva nada menos que a 1.900 millones.Center-Tainment, por su parte, no parece el más indicado para cargar con semejante fardo. Apareció por primera vez en mayo pasado en el registro suizo de comercio, con el propósito de tomar participaciones en empresas del sector del ocio. Domiciliada en el pequeño cantón de Zoug -reputado por sus ventajas fiscales para las sociedades ficticias- su capital en acciones es de 63.000 euros y por lo que se sabe sólo un 1 por ciento cotiza en el mercado libre de Francfort desde septiembre. Encabezados por su presidente, Ulf Werner, los representantes de Center-Tainment no hicieron nada por demostrar la seriedad de sus intenciones la semana pasada ante los periodistas, más bien todo lo contrario. Haciendo gala de un sorprendente desconocimiento de la legislación francesa, propusieron una operación sobre el 50,2 por ciento flotante de Euro Disney, a base de una acción Center-Tainment por 200 de Euro Disney, lo que valoraba el grupo en 430 millones.El problema, como les recordó después la AMF, es que una oferta pública de intercambio de acciones sólo puede emanar de una sociedad cotizada en un mercado regulado, lo cual no es el caso de Center-Tainment. Y para colmo, las acciones del suizo cayeron más de un 96 por ciento el viernes pasado en Francfort, trastocando la paridad ofrecida. De realizarse así la operación, Euro Disney compraría de hecho Center-Tainment, y no al contrario. "Pensamos que estamos capacitados para gestionar mejor Euro Disney", declaró a la prensa otro de los portavoces del grupo helvético, Kurt Andreesen, olvidando -o lo que es peor, ignorando- que el estatuto de sociedad en comandita por acciones de Euro Disney disocia claramente la gestión de la propiedad del capital. Los suizos tampoco aclararon con qué apoyos financieros contaban ni qué pensaban hacer con los acreedores, entre los que destaca el Estado francés. Euro Disney asegura no saber nada de Center-Tainment ni haber mantenido con él contacto alguno. A pesar del retraso de seis meses impuesto por la AMF, el grupo suizo declaraba ayer al diario Les Echos que continúa "trabajando en la operación", busca financiación para una eventual oferta en dinero e intenta saber "quién está detrás" de la caída de sus acciones.Aunque la amenaza sobre el mundo mágico de Mickey y otros héroes de dibujos animados parece haberse disipado, el misterio sobre las motivaciones de Center-Tainment para lanzar una operación tan improvisada y rocambolesca permanece intacto.