Abertis y Macquarie también están interesadas en el faraónico proyectomadrid. Un gigante de la carretera. Así puede bautizarse a la autopista Turnpike, la mayor vía rápida de Pensilvania (Estados Unidos). Sus 537 millas de longitud (más de 860 kilómetros) han despertado el apetito de las grandes constructoras. Sobre todo, desde que el gobernador de Pensilvania, Eduard Rendell, pidiera el jueves pasado propuestas para comprar o tomar en régimen de concesión esta suculenta infraestructura. Unas ofertas que deberán presentarle las compañías interesadas antes del próximo 22 de diciembre.FCC y Cintra han sido las primeras en calentar motores. La compañía de Esther Koplowitz ha reconocido a elEconomista que van a presentar una oferta por Turnpike; mientras que la filial de Ferrovial admite estar evaluándolo. "Estados Unidos es prioritario para nosotros", recuerda.Otros candidatosCintra y FCC no son los únicos interesados. Un portavoz de Abertis admite estar valorando la posibilidad de sumarse a esta puja y el australiano Macquarie también está rastreando sus opciones. ACS prefiere mostrarse cauto a la hora de hablar de proyectos en los que está inmerso, pero recuerda su fuerte interés por Estados Unidos, que le ha llevado a abrir una oficina comercial en la vecina Nueva York, desde donde analiza todos los proyectos.Sacyr Vallehermoso también ha reconocido en varias ocasiones que quiere acudir a los grandes concursos de autopistas de Estados Unidos, como Turnpike. Una oportunidad especialmente interesante para la compañía de cara a la próxima fusión de Itinere, su filial de autopistas, con Europistas.Sobre todo, por la importancia económica del proyecto. El gobernador Rendell estima que el Estado de Pensilvania puede ingresar entre 2.000 y 30.000 millones de dólares (1.500 y 22.500 millones de euros). ¿A qué responde una horquilla tan amplia? Al abanico de posibilidades que tiene ante sí.Privatización o concesiónTurnpike es una de las autopistas más antiguas de Estados Unidos, cuyos puentes y carriles necesitan ser remodelados y renovados urgentemente. Pero estos trabajos supondrían para las arcas de Pensilvania el desembolso de 1.700 millones de dólares. Una cantidad difícil de asumir por el erario público.Consciente de la debilidad de sus finanzas, Rendell ha optado por recurrir a compañías privadas, cada vez más interesadas en hacerse cargo de las infraestructuras públicas. Pero el gobernador todavía no tiene decidida la fórmula que seguirá para desprenderse de esta autopista, y baraja tanto la posibilidad de cerrar varios contratos de concesión como privatizar toda la vía.No obstante, fuentes inmersas en el proceso aseguran que "al final, será una privatización". Aunque Rendell hizo públicos sus planes el jueves pasado, cuando pidió ofertas en firmes, en el sector se conocían las intenciones del gobernador desde hacía tiempo y las empresas interesadas ya llevan tiempo preparando sus propuestas.Españoles en Estados UnidosFCC tiene un equipo dedicado en exclusiva a este proyecto, que será la primera prueba de fuego de Global Vía, la nueva filial de concesiones que está poniendo en marcha junto a Caja Madrid. Aunque esta nueva sociedad todavía está pendiente de recibir el visto bueno del Servicio de Defensa de la Competencia, la gran oportunidad que representa Turnpike ha llevado a que la constructora y la entidad madrileña hayan empezado ya ha colaborar con equipos de trabajo conjuntos.Cintra, por su parte, ya tiene mucha experiencia en este tipo de proyectos. La filial de Ferrovial se alzó con el triunfo en las adjudicaciones de Indiana Toll Road (3.800 millones de dólares) y Chicago Skyway (1.830 millones de dólares). En ambos casos, la compañía está aliada con el australiano Macquarie y tiene la concesión durante los próximo 75 y 99 años, respectivamente.Además, Cintra fue elegida por el Estado de Texas para diseñar y planificar todo el desarrollo del Trans-Texas Corridor, el mayor plan de infraestructuras promovido en Estados Unidos, cuya inversión oscilará entre 29.000 millones y 36.700 millones de dólares. Dentro de este marco, también se adjudicó la construcción y concesión de los segmentos 5 y 6 de la autopista SH130, con una longitud de 40 millas (64 kilómetros) y una inversión inicial de 1.300 millones de dólares.Abertis, FCC y Sacyr Vallehermoso también se interesaron por Indiana Tolla Road. Aunque ninguna de ellas se alzó con el triunfo, esta experiencia les sirvió para tomar contacto con el mercado estadounidense. De hecho, después han conseguido otros triunfos. Por ejemplo, la concesionaria catalana ha sido seleccionada en la puja por una vía de 12 kilómetros en Colorado. FCC, por su parte, compite contra ACS en el puerto Miami, donde quiere levantar un puente valorado en 1.000 millones de dólares.