La concesionaria decidirá el próximo jueves si todavía queda alguna opción para su matrimonio con AutostradeMADRID. Fusión en estado crítico. Así podría definirse el agónico momento que atraviesa el proyecto de fusión entre Abertis y Autostrade. La concesionaria catalana tiene claro que esta semana es crucial para inyectar vida o dejar morir, definitivamente, la operación.Aunque los portavoces oficiales insisten en que su objetivo es sellar el matrimonio, lo cierto es que están desojando los últimos pétalos de la margarita. Y saben que, al final, la respuesta puede ser: "no me quiere".Para salir de dudas, se han concedido esta semana de plazo. Durante los próximos días, seguirán intentando llegar a un acuerdo con las autoridades italianas. El principal escollo radica en el artículo 12 de los nuevos presupuestos.Esta norma permite al Gobierno revisar las tarifas unilateralmente y sustraer de la caja de las concesionarias las inversiones comprometidas que no se hayan llevado a cabo. Un agujero que, en el caso de Autostrade, podría ascender a 5.000 millones y obligaría a cambiar la ecuación de canje de la fusión.Los responsables de Abertis no seguirán adelante mientras se mantengan estas dos condiciones. Y el tiempo se les ha echado encima para convencer al Gobierno de que las elimine. Un cambio de tornas que deberá llegar en los próximos días..., o no habrá operación.La fecha clave será el próximo jueves 7 de diciembre. Ese día, Abertis y Autostrade pondrán las últimas cartas sobre la mesa, durante el Consejo de Administración que celebrará la italiana. Esa reunión abre la puerta a tres escenarios posibles: aprobar con condiciones el reparto del dividendo extraordinaria, aprobarlo directamente o desecharlo. ¿Qué significa esto? Seguir desojando la margarita, aprobar la fusión o darla por muerta.En abril, cuando acordaron su matrimonio, Abertis y Autostrade también aprobaron un dividendo extraordinario de 3,75 euros por cada acción italiana. Este pago supondrá para el grupo transalpino desembolsar más de 2.100 millones de euros. Una escalofriante cantidad que seguirá en las arcas italianas si no hay matrimonio. Este dividendo es el responsable de que Abertis sólo conceda una semana de plazo más a esta compleja operación. La única posibilidad de sería que, de aquí al jueves, el Gobierno diera alguna muestra de estar realmente dispuesto a modificar las condiciones del artículo 12.Si se tratara de un compromiso firme, directamente aprobarían el reparto del dividiendo. En cambio, si sólo fuera una manifestación de intenciones, podrían posponer hasta la junta general extraordinaria del 13 de diciembre esta decisión. Así, el menos, ganarán unos días más de tiempo para intentar convencer al Gobierno.