Se abstendrá en la junta para aprobar la fusión del italianoMADRID. La participación en Sanpaolo IMI "ha dejado de ser estratégica, para convertirse en financiera". Lo decía ayer un portavoz del Santander en declaraciones a Ep y Efe. Cuando se produce este cambio de cartel a una inversión, suele sucederle, a su debido momento, una desinversión total o parcial.El Santander entró en 1995 en la entidad transalpina cuando se llamaba San Paolo di Torino y era apenas un pequeño bosquejo de lo que es hoy. Su vocación era de "permanencia", como lo demuestra que ahora adueñe el 8,43 por ciento del capital, nombre a tres de sus consejeros e integre la alianza de accionistas que controlan su gestión. Incluso, había desvelado el interés por reforzar la posición. El momento idóneo era la próxima primavera, cuando vencía el pacto accionarial. Antes era imposible: el mismo convenio impedía a los firmantes comprar acciones adicionales. Pero la propuesta de fusión de la Banca Intesa se llevó este verano por delante los anhelos del cántabro. Es un revés. Sí, pero, si se consuma el divorcio, el Santander podría embolsarse 1.200 millones de euros en plusvalías con las que financiar -¿por qué no?- la expansión en Italia. Son meras hipótesis, aunque el puzzle cobra forma. Y es que el Santander se quedó fuera del Consejo de Administración del futuro Intesa-Sanpaolo, que hoy se someterá a aprobación de los accionistas en junta, además del proyecto de fusión. El presidente de Sanpaolo y futuro presidente del banco fusionado, Enrico Salza, dio a entender el miércoles pasado que la decisión era del Santander. No perjudicar la fusiónUna de las grandes incógnitas de la asamblea de hoy era el sentido del voto del grupo cántabro. Lo desveló ayer: se abstendrá porque cree que la fusión es buena para Italia y los bancos emparejados, aunque no aprueba el canje accionarial. Su disconformidad con la valoración realizada del Sanpaolo la dejó patente en la reunión del consejo que analizó la fusión, siendo el único accionista en oponerse al precio. Se esperaba que repitiese la postura en la junta de accionistas, pero ha decidido no pronunciarse "para ser coherentes" con su posición y no perjudicar la operación. Al grupo presidido por Emilio Botín le gusta Italia. ¿Una actuación beligerante le hubiese perjudicado en un país en el que fracasaron casi todos los bancos foranéos que se atrevieron a pujar por entidades?El Santander se ha construido poco a poco una plataforma propia en Italia. Entró con la filial de financiación al consumo Santander Consumer Finance y hace pocas semanas compró el banco privado KBL Fumagalli Soldán por 44 millones. ¿Venderá en Sanpaolo para comprar otros bancos? El tiempo dirá.