Madrid. El Corte Inglés está dispuesto a cambiar la decoración del mercado español del bricolaje. El gigante de la distribución lanzó ayer su nueva cadena, Bricor, con la que pretende conquistar a los más manitas de cada casa. Y la apuesta va en serio. La empresa ha dejado vacíos los despachos de Leroy Merlin con el fichaje de más de 50 personas: muchos de ellas de la cúpula directiva de la compañía. El director general de Bricor, Pedro Gil; el de Márketing, Manuel López, y el responsable del primer centro, Julio Moreno, proceden de Leroy Merlin. Gil era el director general de operaciones, López, el gestor de compras y Moreno el responsable del negocio en Portugal.Pero el reto no acaba ahí. El Corte Inglés ha abierto la primera tienda en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, donde se encuentra uno de los mayores centros de Leroy Merlin, además de un Brico Depot, otra cadena francesa. Con 258 trabajadores y una superficie de 50.000 metros cuadrado, ofrecerá a sus clientes una amplia gama de productos de decoración, baños, cocina, bricolaje, jardinería y carpintería.Pero, ¿cuál es la diferencia fundamental frente a las cadenas ya existentes? ¿Cómo ganará Bricor mercado a sus rivales? Según explicó el máximo responsable de la empresa, Pedro Gil, se trata de "democratizar el bricolaje y permitir que cualquiera pueda reformar por sí mismo su casa si así lo desea".Precios y serviciosAdemás de poder financiar sus compras, los clientes de Bricor contarán con un servicio de transporte, otro de instalación e incluso uno pedagógico, para asesorarles cómo montar un armario, cambiar un grifo o instalar unas estanterías."Ofrecemos calidad y servicio a buen precio. Si alguien encuentra un producto más barato le abonamos la diferencia más un diez por ciento adicional", asegura López, director de Márketing de la nueva cadena. El Corte Inglés creó la enseña Bricor en 1994 con el objetivo de competir con Leroy Merlin y Aki, líderes entonces del sector e integrados hoy en un mismo grupo. Ese año, la empresa llegó a adquirir incluso unos terrenos entre las localidades de Pinto y Valdemoro, en Madrid, para la apertura de la primera tienda, pero el proyecto no llegó a salir adelante. A diferencia de otros países europeos, en España el mercado del bricolaje está en manos, sobre todo, del pequeño comercio o de grandes superficies no especializadas. Los grupos dedicados en exclusiva a este negocio controlan sólo el 12,5 por ciento de las ventas. Leroy Merlin es el rey, con el 70 por ciento de ese pequeño nicho.