Seúl teme que se cierre el grifo de las inversiones extranjerasseúl. Corea del Sur entró de lleno y con todas las de la ley en el grupo de las economías avanzadas, pero está preocupada por la posibilidad de que se cierre el grifo de las inversiones extranjeras.La cruz y la cara de este país se llama China. A simple vista, parece una gran oportunidad para Corea del Sur. Un enorme mercado en el que vender las mercancías y un lugar muy cercano para deslocalizar la producción. El problema es que Pekín compite con Seúl como canalizador de inversiones extranjeras en los sectores en los que Corea destaca desde hace años: la manufactura y la electrónica. La economía de Seúl no va mal. Este año, el crecimiento del PIB alcanzará del 5 por ciento. Pero las autoridades se toman muy en cuenta la amenaza china. La tesis que prevalece es la de transformar Corea del Sur en un país de conexión hacia China. La consigna es invertir allí, para vender a Pekín y al resto de las naciones asiáticas. Un país puenteSin embargo, ese papel de país puente no convence a muchos. Por eso, otros consideran que la mejor idea para relanzar el país es apostar por las inversiones en tecnología punta. Además, el riesgo nuclear que representan sus vecinos del Norte no debe constituir un obstáculo. "Justo el día después de que Pyongyang efectuase su prueba atómica, Google anunció una enorme inversión en Corea del Sur", afirma el viceministro de Comercio, Industria y Energía, Kim Jong Gap.Nokia y General Electric también eligieron a Seúl para sus laboratorios de investigación y desarrollo. Sin contar que, para registrar una patente internacional, aquí bastan 10 meses, frente a los 30 que son necesarios en Japón o EEUU.Seúl ha sido históricamente potente en el sector manufacturero, y es una potencia mundial en semiconductores de la electrónica, astilleros navales, automóviles y acero. Ahora, en cambio, apuesta por biotecnología, robótica, nuevos materiales, ingeniería, logística y servicios. Sectores todos ellos en los que el Gobierno va recorriendo el largo camino de la desregulación.