Los planes de pensiones aún tienen una cuenta pendiente, las comisiones. El 39 por ciento de los partícipes paga el máximo legal permitido, el 2,5 por ciento. Por Isabel GilNo es oro todo lo que reluce. A pesar de que el regulador de los planes de pensiones cambió el reglamento hace dos años y medio, no todo marcha como debiera. Primero porque las gestoras todavía no han cambiado los folletos de estos productos a propósito del límite de las comisiones de depositaría, como les exigía la modificación legal. Segundo, por las tasas, de las que casi la mitad del sector están en el límite legal. Así, un inversor puede dejar de ganar casi 5.000 euros a diez años sólo por disponer de un plan en el que las comisiones son mayores. De esta forma, de los 637.121 ahorradores que invierten en planes de pensiones de renta variable, el 39 por ciento paga las comisiones más altas legalmente posibles (2,5 por ciento), mientras que el 46 por ciento deja más del 2,35 por ciento de su patrimonio invertido en las tasas de gestión y depósito. Sólo el 42,6 por ciento de los partícipes se beneficia de comisiones inferiores al 2,20 por ciento, según un informe de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Unas diferencias que no pasan desapercibidas a la hora de hacer cuentas. Manejando unas rentabilidades medias anuales del 5,93 por ciento y una inversión media de 6.000 euros al año, el inversor que pague unas comisiones bajas, del 1,26 por ciento, ganará 108.958 euros más pasados 35 años que el que pagó el 2,35 por ciento por este concepto. Si 35 años parecen demasiado lejos, el inversor que quiera rescatar su plan a los diez años de contratarlo tendrá unos ahorros 4.607 euros superiores si pagó las comisiones más competitivas.Grandes diferenciasUn ejemplo: el plan de pensiones BBVA Telecomunicaciones, que cobra el máximo permitido del 2,5 por ciento, gana el 2,88 por ciento en doce meses, mientras que la rentabilidad media de esta categoría de renta variable en el último año es del 12,39 por ciento, según los datos de Inverco. Mientras que, en la otra cara de la moneda, Caser Nuevas Oportunidades, que sólo cobra el 0,30 por ciento, ofrece una rentabilidad del 21 por ciento. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos de estos planes con comisiones bajas están diseñados sólo para los empleados de una empresa. Frente a los 13.886 inversores de BBVA Telecomunicaciones, el plan de la gestora Caser cuenta con 97 ahorradores.Si tenemos en cuenta un escenario ideal, donde la rentabilidad media anual de los planes de bolsa sea del 9,8 por ciento de septiembre, las diferencias entre los planes caros y baratos se agudizan. El inversor que pague comisiones del 1,26 por ciento ganará en cinco años 38.000 euros. Es decir, 1.192 euros más que otro inversor que se esté dejando en comisiones el 2,35 por ciento.Parte de la culpa de que estas diferencias existan se debe a la falta de información que tienen los inversores. Y es que de los 147 planes de renta variable que se comercializan en España, el 22 por ciento (21 planes) todavía sigue manteniendo en la información de su producto que cobra una comisión de depósito del 0,6 por ciento, cuando en 2004 quedó establecida, como máximo, en el 0,5 por ciento. Una situación impensable si el producto fuera un fondo de inversión, ya que las gestoras están obligadas a comunicar a la CNMV todos los cambios en sus comisiones y política de inversión. Y, en el caso de que se trate de una subida de las tarifas, la gestora debe mandar una carta al inversor dándole cuenta del cambio. Además, el folleto del productos también debe recoger de forma rápida todos estos cambios.¿Por qué no exigen los mismos requisitos? El inversor que quiera consultar las características de los planes de pensiones antes de decantarse por uno no puede porque no es una información que esté al alcance de todos, como sí que pasa en los fondos, por ejemplo.