La dirección general le exige el pago de un millón de eurosmadrid. Vueling no sólo empleará el dinero captado en su salida a bolsa para aumentar su flota y crear una nueva base de operaciones fuera de España. La aerolínea de bajo coste también empleará parte de esos nuevos fondos para pagar una multa de un millón de euros que le ha impuesto la Dirección General de Aviación Civil por 355 vuelos "realizados fuera de la franja horaria autorizada o efectuados sin asignación del slot (derecho de vuelo) correspondiente", según recoge el folleto de OPV enviado por la compañía a la CNMV.La incoación del expediente administrativo sancionador se remonta al 2 de mayo de 2005, cuando AENA, el gestor de los aeropuertos españoles, le comunicó a Vueling la presunta realización de 417 vuelos fuera de franja horaria y 43 sin asignación del slot correspondiente.Tras las alegaciones de la compañía de bajo coste española, el pasado 28 de septiembre de 2006, se notificó a Vueling una resolución dictada por Aviación Civil en la que las infracciones se reducían a 355 y se le imponía una sanción mínima de 3.000 euros en cada vuelo, por lo que el importe de la multa asciende a 1,06 millones de euros.Alegaciones de la aerolíneaEl 27 de octubre de 2006, Vueling presentó ante el secretario general de Transportes, Fernando Palao, un recurso de alzada en el que piden que se consideren sólo 20 infracciones en las que se operaron sin slot o fuera de slot.Fuentes de Vueling consultadas por este periódico confirman que estas sanciones se deben al incumplimiento de horarios. "Cuando empezamos a volar un mes antes se había derrumbado una terminal del aeropuerto de París, con los consiguientes retrasos, y la mitad de nuestras rutas se dirigían a la capital parisina. La demora era originada en París e incumplíamos los horarios de entrada a España", señalan las mismas fuentes.Pese a la explicación de la compañía, participada por el fondo de inversión Apax Partners y el grupo editorial Planeta, expertos del sector aseguran que este tipo de sanciones sólo se imponen cuando la única culpable de los retrasos y los vuelos fuera de hora es la aerolínea expedientada. "Las demoras por culpa de la meteorología o por causas ajenas a la compañía aérea, como la excesiva saturación del tráfico, nunca son imputables a las aerolíneas", señalan.