¿Qué es lo más le preocupa al Consejo Mundial de Viajes y Turismo de esta crisis?Nos preocupa sobre todo la supervivencia del sector. Y ésta se está logrando gracias al apoyo que los gobiernos nos están brindando, aunque no todos están apoyando de igual forma. Hay algunos que están reaccionando más rápido y están siendo más efectivos en la implementación de las medidas para proteger a los trabajadores.De hecho, han cambiado las estimaciones de pérdidas de empleo por parte del WTTC.Sí, es una situación muy complicada la que estamos viendo. Empezamos hablando de 75 millones de empleos menos en el sector turístico y, según las últimas estimaciones, podrían ser unos 100 millones.La crisis que estamos viviendo no tiene precendentes. ¿Han tardado en reaccionar los gobiernos? Más que de una respuesta tardía, yo hablaría de descoordinación. En Europa no se hizo caso a lo que estaba pasando en China, se pensó que se iba a quedar allí. Después, cuando Estados Unidos vio lo que estaba pasando en Europa, tampoco se preparó. Y lo mismo ocurrió en América Latina y en el resto del mundo. Nos confiamos en unos casos y en otros, además, no se estaba preparado. Y cuando digo que no se estaba preparado, también hablo del WTTC. Uno de los pilares de nuestro plan estratégico, en el que llevamos trabajando años, es prepararnos para afrontar situaciones de crisis, pero no algo de estas dimensiones. ¿Cómo se puede salir de esta situación?Es importante hacer un esfuerzo coordinado para cuando se decida que es el momento adecuado para abrir fronteras, eliminar barreras, y facilitar el movimiento de la gente. Hay que aprender de experiencias pasadas y no repetir errores.¿Coordinación entre los diferentes organismos y los gobiernos?Es imprescindible tener en cuenta cómo se solventaron otras crisis. Si la recuperación no es coordinada, los esfuerzos serán en balde. ¿En qué medida se está trabajando para procurar esa buena experiencia de viaje?Llevamos trabajando desde hace tiempo en la iniciativa del Viaje sin contratiempos y en cómo se le agrega el componente de salud. Y ahí estamos trabajando con los miembros del WTTC -hoteles y aerolíneas entre otros- y evaluando cómo añadir el componente de los test. La cuestión es cómo controlar ese proceso en un viaje internacional, por ejemplo, de Madrid a Latinoamérica con escala en Londres. Pueden hacer un test de saliva, con resultados en cinco minutos, antes de subir al avión. De esa forma, se garantiza que todo el que sube a ese avión no tiene el virus y, después, otro al llegar al siguiente aeropuerto. Y otro más antes de hacer el check in en el hotel. Sí, evidentemente es una molestia, pero si se puede garantizar que el viajero se mantiene libre de Covid antes, durante y después del viaje, se obtiene una garantía de seguridad y, por lo tanto, satisfacción. Hay muchas soluciones tecnológicas que pueden ayudar a establecer la trazabilidad. En caso de ser positivo, es fundamental conocer dónde y con quién estuvo el viajero antes de emprender un viaje, también saber sus últimos contactos para poder aislarlo. Cuando exista la vacuna, ya no se van a necesitar tantos test de forma masiva y habrá que decidir si hay que añadir el componente de la vacuna a la experiencia del viaje.¿Se refiere a algo así como un pasaporte sanitario?No estoy de acuerdo con el pasaporte sanitario, porque hoy -antes de que exista la vacuna- no me sirve de nada, ya que no garantiza que no me pueda contagiar de Covid. Ya cuando exista la vacuna, no estoy tan segura de la utilidad de un pasaporte sanitario. A menos que se refieran a algún tipo de certificado digital, algo parecido a los visados digitales. Cuando me hablan del pasaporte se me viene a la cabeza el sistema que había hace 30 años, que necesitábamos un pasaporte amarillo en el que se estampaba cuántas vacunas nos habían puesto. Era un trámite burocrático que no servía para nada y que costó mucho trabajo del sector para eliminarlo. No me gustaría ver algún otro trámite parecido que agregue cuellos de botella al proceso. En cualquier caso, todos los estándares nos están hablando de la tendencia paperless, por lo que la tecnología biométrica también puede ayudar. ¿Hasta qué punto será importante la colaboración público-privada?Es fundamental. Necesitamos definir nuevos estándares para la experiencia de viajar post-Covid. Desde el WTTC estamos trabajando con todos los organismos nacionales y empresas del sector.