El plan de reestructuración anunciado por IAG para hacer frente a la crisis económica que seguirá a la pandemia del coronavirus golpea de lleno a Vueling e Iberia. Ambas compañías ya están trabajando en reducir el tamaño de sus flotas, redimensionar la red de rutas y, por supuesto, en recortar los costes de personal con ERE pactados y ajustes temporales de empleo. "La reestructuración va a ser necesaria a nivel de grupo, no es una cuestión sólo de British Airways", aseguró Luis Gallego, todavía presidente de Iberia, en una conferencia con periodistas en la que se recordó que la aerolínea inglesa ya ha anunciado 12.000 despidos.El holding aéreo espera cerrar el año con un 50% menos de capacidad de la prevista en enero, antes de que se desatara la pandemia en Europa, y descarta recuperar los niveles precoronavirus antes de 2023, lo que implica una reducción de la flota en los próximos dos años (jubilación de aviones y retrasos en las entregas), que irá acompañada por un ajuste de los gastos en todas las partidas, incluida la laboral."Tenemos que reducir nuestros costes fijos. Además de lograr una mayor flexibilidad en la flota necesitamos disminuir los costes desde el punto de vista laboral. Vamos a tener un exceso de plantilla para producir la capacidad que tendremos en los próximos años. Habrá que hacer ajustes en materia laboral para producir la capacidad más reducida", señaló Gallego, que tomará las riendas de IAG el próximo 23 de septiembre, cuando será sustituido por Javier Sánchez Prieto.Y es que, el todavía presidente de Iberia sustituirá a Walsh al frente de una IAG más pequeña y adaptada a un entorno débil. "La reestructuración de todo el grupo es esencial para superar la crisis y mantener un nivel adecuado de liquidez. Nuestra intención es salir de la crisis como un grupo más fuerte", asegura Willie Walsh.A finales de marzo la flota era de 595 aviones, frente a los 598 del 31 de diciembre de 2019 y la idea del grupo es acelerar la jubilación de 30 aeronaves del modelo B747 de British Airways (dos se retiran este año) y de 16 A340 de Iberia. Asimismo, el holding ha anunciado que espera diferir tres años las entregas de 68 aviones, como parte de las "nuevas medidas de reestructuración". Es decir, que si esperaba recibir 143 aviones entre 2020 y 2022, ahora solo recepcionará 75. Además, estudia no renovar los contratos de leasing que vencen entre este año y el que viene (unas 96 aeronaves) aunque, de momento, no renovará el alquiler de 20 aviones en 2020.El holding, que tiene el grueso de su flota en tierra y ha reducido un 94% la capacidad, prevé seguir operando bajo mínimos en mayo y junio, ya que está planificando el retorno de sus operaciones para julio, cuando está previsto que las restricciones a la movilidad se vayan levantando. Así, de cara al segundo trimestre del año, que lo pasará prácticamente en blanco, el grupo espera que "la pérdida de las operaciones antes de partidas excepcionales sea considerablemente peor que en el primer trimestre, dado el descenso sustancial de la capacidad y tráfico de pasajeros". En el primer trimestre, el holding ha perdido 1.683 millones por las coberturas del petróleo y el coronavirus. La pérdida de las operaciones antes de partidas extraordinarias ha sido de 535 millones, mientras que los ingresos han caído un 10% (ver gráfico).