Negocia con Boeing aplazar 24 meseslas entregas y retrasa la recuperación a 2022Ryanair se prepara para reducir drásticamente su tamaño y así hacer frente a la crisis de la demanda que seguirá a la pandemia del coronavirus. La compañía de bajo coste irlandesa ha puesto en marcha un proceso para recortar 3.000 puestos de trabajo y reducir un 20% los salarios de sus empleados durante los próximos años, para asegurar la supervivencia y competitividad de la compañía a largo plazo. El ajuste también incluye el cierre de bases."Volveremos a una industria aérea muy cambiada y la confianza de los pasajeros tardará un tiempo en regresar. Los próximos 12 meses serán muy difíciles. El nuevo panorama en la industria significa menos empleo para las tripulaciones. Nuestra mejor estimación es que el volumen de pasajeros no volverá a los niveles anteriores de Covid-19 hasta el verano de 2022 como muy pronto", asegura Eddie Wilson, consejero delegado de Ryanair, en una carta enviada a los trabajadores de toda Europa. En la misiva el directivo recuerda que la cúpula se ha bajado el salario un 50% durante los meses de abril y mayo y que Michael O'Leary ha aceptado extender el ajuste hasta marzo de 2021.La low cost, que cerró 2019 con 16.840 trabajadores, planea así operar con una flota más pequeña que la que tenía en enero (475 aviones) durante los dos próximos años y ya está negociando con Boeing retrasar la entrega de aviones al menos 24 meses. En este contexto, hay que tener en cuenta que Ryanair ya contaba con no recibir ningún 737 MAX durante el año y retrasar la jubilaciones de algunas unidades. En esta situación lo normal es que cambie de estrategia y acelere su retirada, tal y como hacen aerolíneas"Planeamos operar menos aeronaves en 2020 y, posiblemente, en el verano de 2021 y más allá, a medida que nos adaptamos a una demanda más débil. Ryanair ahora está revisando sus planes de crecimiento y los pedidos de aviones por lo que estamos negociando tanto con Boeing como con los arrendadores A320 de Laudamotion reducir el número de entregas de aviones previstas", asegura la Wilson en la misiva enviada a los trabajadores.El retraso de los pedidos y la reducción de la flota y la plantilla persigue un doble objetivo: minimizar los compromisos de capital para salvaguardar la liquidez (la firma no está pidiendo ayudas) y adaptar el tamaño de la compañía a un mercado "distorsionado por el coronavirus", que tendrá una lenta recuperación. Así, una vez las aerolíneas puedan volver a volar (no será antes de julio), Ryanair calcula que operará con un 40% o 50% de su capacidad normal de verano en función de la evolución de la demanda y la apertura de las fronteras. También estudia el uso obligatorio de mascarillas para su tripulación.