Imperial Brands ha anunciado la venta de Tabacalera, su negocio de puros premium, por 1.225 millones de euros. La operación, que llevaba meses en el aire por la crisis del coronavirus y la complejidad del proceso, se ha resuelto mediante una separación en dos de esta división. Por un lado, está la parte del negocio estadounidense, que quedará en manos de Gemstone Investment Holding, sociedad con base en Hong Kong; y, por otro, el negocio de Cuba y del resto del mundo (incluido el 50% de Habanos), que pasa a manos de Allied Cigar Corporation, sociedad con base en Canadá. Fuentes financieras consultadas señalan que las dos sociedades compradoras son los vehículos de inversión de dos consorcios en los que participan empresarios asiáticos que no han querido desvelar su identidad. La división de Estados Unidos incluye la venta de las tiendas Casa de Montecristo (28 establecimientos), las plataformas de venta por Internet JR Cigar y Serious Cigars, así como la venta de las operaciones de puros habanos en esta región, incluyendo la filial de Altadis USA. Esta división está valorada en 185 millones de euros y suma unos 500 millones de ventas anuales. En la división del resto del mundo, valorada en 1.040 millones, incluye el 50% de Habanos, exportadora cubana de puros hechos a mano en la isla, incluyendo marcas como Cohiba, Montecristo o Romeo y Julieta, y el 50% de Altabana, responsable de la venta de puros cubanos en el mundo. La operación también incluye la venta del 50% de Cubana de Tabaco (fabricante de puros hechos a máquina) y del 50% de la distribuidora internacional de estos.Con esta transacción, que todavía está a la espera de recibir el visto bueno de competencia y no se cerrará hasta el tercer trimestre del año, se pone fin al proceso iniciado en abril del pasado año, cuando Imperial Brands anunció su decisión de vender esta división de puros premium para aliviar su deuda y centrarse en su negocio estratégico. La operación ha contado con el asesoramiento del banco AZ Capital y el despacho Allen & Overy. El principal escolloLa transacción era muy compleja por las múltiples jurisdicciones en las que desarrolla su actividad. En este sentido, el principal escollo para materializar la operación era que cualquier cambio de accionariado debía contar con el visto bueno el Gobierno de Cuba, teniendo en cuenta que Tabacalera tiene una joint-venture con este Estado caribeño, con el que comparte al 50% la propiedad de Corporación Habanos. Esta firma es la joya de la corona de Tabacalera, ya que es la encargada de comercializar marcas como Montecristo, Cohiba, Partagás, H. Upmann o Hoyo de Monterrey, entre otras.Sin embargo, la Ley de Inversión Extranjera en Cuba otorga un derecho de veto en la transacción si el comprador no es de su agrado. Este ha sido el motivo por el que el número de candidatos a quedarse con Tabacalera se redujo, ya que cualquier inversor que tenga una vinculación con Estados Unidos queda fuera del proceso. Esto no fue motivo, no obstante, para que un gran número de candidatos participara en este proceso, en el que destacaba la presencia del grupo chino Huabao, Scandinavian (propietario del mayor distribuidor de puros en EEUU), así como un consorcio liderado por el ex consejero delegado de Davidoff, Hans-Kristian Hoejsaard, y el fondo chino CQ Además, se venderán las operaciones de distribución de puros cubanos (hechos a mano) en España y las operaciones de venta de puros no cubanos, incluyendoVegafina. También entran la fábricas de puros de Honduras y República Dominicana. Esta última, donde se fabrican tanto puros habanos como tabaco para el mercado estándar, separará sus operaciones físicamente antes de cerrar esta parte, que se retrasará hasta 2021.