"Muchas aerolíneas españolas están virtualmente quebradas. La pandemia les pilló con poca caja, no generan ingresos desde hace más de un mes y tienen problemas para conseguir créditos", alertan fuentes del sector. La preocupación sobre el futuro del sector en España no deja de crecer entre los directivos de las aerolíneas, que empiezan a asumir que el Gobierno de Pedro Sánchez no habilitará una línea de liquidez específica ni dará ningún tipo de ayuda directa mientras ven como en el resto de Europa y EEUU los gobiernos han salido al rescate de las aerolíneas patrias con miles de millones. Y es que mientras Pedro Sánchez y el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se encomiendan a la UE y aseguran que cualquier medida se tendrá que tomar de acuerdo con la Comisión Europea, para no distorsionar la competencia, Francia y Holanda han anunciado una ayuda de 10.000 millones a Air France-KLM, que está al borde del colapso. La compañía cerró 2019 con una caja de 3.715 millones y líneas de crédito por 1.756 millones. Una liquidez insuficiente para afrontar varios meses bajo mínimos, ya que Air France-KLM reconoce que pierde 25 millones de euros al día y no espera volver a la normalidad hasta 2022. La ayuda estatal francesa ascenderá a 7.000 millones. 4.000 millones serán créditos bancarios garantizados por el Estado en un 90%. Los otros 3.000 millones son préstamos como accionista. La nacionalización está descartada y la ayuda "no es un cheque en blanco", ha advertido Bruno Le Marie, ministro de Economía. Los detalles de la parte holandesa no se conocen.En España, donde aún no se han desbloqueado las ayudas del ICO, algunas aerolíneas han pedido al Gobierno que eleve al 90% el aval de los créditos al sector, ante las reticencias de los bancos por el alto riesgo de quiebra y la incertidumbre que rodea a la desescalada. En este sentido, El Confidencial ha publicado que Iberia está todavía negociando con los grandes bancos líneas de crédito por 1.000 millones.Más allá de Francia, las ayudas se reparten por la UE. Así, Lufthansa ha anunciado que se quedará sin liquidez en las próximas semanas, por lo que está en negociaciones con Alemania para una inyección de 10.000 millones y ayudas extra con Bélgica, Suiza y Austria. Por su parte, Noruega ha aprobado una ley que permitirá a Norwegian seguir volando, aunque se declare en quiebra, para darle tiempo a reorganizarse y evitar su desaparición en el caso de que los bonistas no acepten reconvertir la deuda en acciones, algo que se tendrá que votar el próximo 4 de mayo. Esta ley también mete presión a los acreedores, ya que si no se convierten en accionistas corren el riesgo de no cobrar nunca los 4.000 millones. Por su parte, TAP Air apunta a ser nacionalizada en Portugal, igual que Alitalia, a la vez que easyJet está captando liquidez extra con el respaldo de Reino Unido, mientras Ryanair arremete contra las ayudas. En EEUU, el Tesoro ha empezado a distribuir una ayuda adicional de 9.500 millones a aerolíneas del país para pagar los salarios de sus empleados, dentro del paquete de estímulo aprobado el mes pasado por el Congreso. La Administración ya pactó inyectar 25.000 millones.