En estos días cumple 50 años el Ferrari 312b, considerado por muchos como "el monoplaza más bello de la historia de la Fórmula 1". En el circuito, sin embargo, fue segundo.Mucho ha cambiado la Fórmula 1 en los últimos 50 años. Tanto en los coches, como en los circuitos, como en los pilotos y en todo lo que rodea al Gran Circo. En 1970, hace ahora justo 50 años, las grandes firmas que "vestían" la parrilla en cada Gran Premio eran Tyrrell, Ford, Matra, Alfa Romeo, Lotus, March, Brabham, BRM, Surtees, Williams y, por supuesto, Ferrari. El equipo italiano estaba en plena travesía del desierto, pues no ganaba el Mundial ni de pilotos ni de constructores desde 1964. Pero aquel año, 1970, Ferrari estaba dispuesto a darlo todo por volver a lo más alto del podio y para ello se presentó en el primer Gran Premio con tres potentes armas en su arsenal: el belga Jacky Ickx (en su segunda etapa en el equipo de Maranello) y el suizo Clay Regazzoni como pilotos; pero, sobre todo, el Ferrari 312b.El monoplaza, considerado "el más bello y elegante de todos los tiempos", fue diseñado por Mauro Forghieri, ingeniero jefe de Ferrari, que montó un motor de 12 cilindros por primera vez en un Fórmula 1, en disposición horizontal, logrando un bólido con el centro de gravedad extremadamente bajo, lo que ayudó a diseñar un chasis literalmente pegado al suelo, que dotaba al conjunto de una armonía y una elegancia que solo se rompía cuando el motor rugía como un demonio rojo. Aquel Mundial de 1970, Ferrari se subió cuatro veces a lo más alto del podio. Y aunque tres de esas victorias las firmó Jacky Ickx, en el recuerdo queda el gran triunfo de Clay Regazzoni en el G.P. de Italia, en Monza, que aunque fue muy celebrado por los tiffosi italianos, quedó completamente empañado por la muerte, en los entrenamientos de dicho Gran Premio, del alemán Jochen Rindt, líder del Mundial, tras estrellar su Lotus contra el muro en la famosa parabólica del circuito.Rindt, de hecho, se proclamó campeón de forma póstuma del Mundial, la única vez que ha sucedido en la historia de la Fórmula 1. Jacky Ickx, a pesar de ganar dos de las tres últimas carreras, no pudo alcanzar al piloto muerto.En 2008 se estrenó la película documental Ferrari 312b, donde empezó la revolución, en la que se nos narra la historia de uno de los monoplazas más recordados de la historia de la Fórmula 1, con la presencia de varias leyendas como el propio Jacky Ickx, Niki Lauda, Gerhard Berger, Jackie Stewart o Damon Hill.