Pide más inversiones y medidas de flexibilidad laboralmadrid. La tercera y última jornada de las conferencias El arte del automóvil, organizadas por la Fundación Barreiros, sirvió de palestra a los fabricantes de automóviles en España para reivindicar una atención que no parece tener por parte de la Administración hacia uno de los sectores más importantes para la economía española.A la mesa de clausura se sentaron Juan Antonio Fernández de Sevilla, José Manuel Machado y Carlos Espinosa de los monteros, presidentes de las filiales españolas de Renault, Ford y DaimlerChrysler respectivamente. Estas tres multinacionales tienen una importante presencia industrial en España. Tras constatar unas cifras que ya son conocidas, como que de este sector depende el 6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y el 11 por ciento del total de la población activa, los tres ponentes se centraron en la necesidad de que la Administración cuide más a este sector y le dedice las inversiones económicas y reformas laborales.Los argumentos fueron sobre todo en la línea de que la industria aporta mucho a la economía española y la Administración, que ha organizado cursos, observatorios y estudios, no termina de tomar medidas y de actuar en favor del sector. Carlos Espinosa decía que el sector pide impuestos que no sean desmedidos, más inversión en infraestructura y una legislación laboral más flexible.Fernandez de Sevilla, que además de Renault preside la patronal del sector de fabricantes de automóviles (Anfac), insistió en el peso de un sector que supone el 25 por ciento de las exportaciones de España y reclamaba que "todos debemos tirar del carro enel mismo sentido". Una vez logrado lo más difícil, "la implantación de las fábricas", señala, "ahora hay que trabajar para conservarlas".Destacó la necesidad de que se invierta más en infraestructuras, ya que "la logística supone el 10 por ciento del coste de producción de un automóvil y en esta área estamos muy atrasados".Con respecto al impuesto que se estudia crear para los coches más contaminantes, el sector lo ve con buenos ojos siempre que no sea un impuesto añadido, sino que sustituya a otro menos justo. Anfac siempre apoyó que se grave más el uso del vehículo que la adquisición.