La compañía acometerá un fuerte ajuste en España, Francia e Italia para salir de la grave crisis que atraviesaMADRID/bilbao. Centrifugado en Fagor Electrodomésticos. Tras la compra el año pasado de Brandt, el líder francés del sector, una operación que supuso un desembolso de 162 millones de euros, la empresa se ha visto envuelta en una de las mayores crisis de su historia. La nueva Fagor suma una facturación de casi 1.800 millones de euros y dispone de 16 plantas en España, Francia, Polonia, Italia, China y Marruecos, además de presencia comercial en un centenar de países de todo el mundo. Pero su estructura se ha vuelto demasiado costosa, sobredimensionada y necesita una cura de adelgazamiento. Tras cerrar en julio una pequeña factoría en Sevilla y despedir a ocho trabajadores, la compañía se verá obligada ahora a prescindir durante los próximos dos años de más de 900 empleos, según datos a los que ha tenido acceso elEconomista. Serán, al menos, 350 puestos de trabajo menos en Francia, 295 en España y 220 en Italia. Fuentes de Fagor Electrodomésticos puntualizan que no se tratará de despidos, sino de "amortización" de plazas, que en el caso de Francia ascenderan a 350 y en Italia aún estaría por definir.Durante el juicio por el despido de los trabajadores sevillanos, la empresa argumentó ya "si no hiciéramos esta reestructuración podríamos correr riesgos mucho más graves", según explica Antonio Sánchez Acosta, delegado de CCOO en la compañía, que también informa de que "el plan en España afectará, sobre todo a las plantas de Basauri (Vizcaya) y Mondragón (Guipúzcoa)". Hasta agosto, Fagor Electrodomésticos perdió 30 millones, aunque confía en que su plan de contención de costes, que este año permitira ahorros de 26 millones, junto con un aumento de ventas permita cerrar unas cuentas equilibradas.