Fever se ha consolidado como el líder del sector, y es una de las compañías tecnológicas españolas con mayor proyección internacional. Desde su lanzamiento en 2014 se ha convertido, junto a su red de medios, en uno de los principales prescriptores de experiencias de entretenimiento, incluyendo música, teatro, gastronomía, arte, cine y moda. La compañía cuenta con un equipo de más de 220 personas: 120 personas en su nueva sede de Madrid, cercana al Congreso de los Diputados, y otros 100 distribuidos entre Reino Unido, Francia, Portugal y EEUU. La startup española, que ha revolucionado la manera en que las personas disfrutan del ocio en las grandes ciudades, es una plataforma de visibilidad y marketing. Fever pertenece a la Economía de las Experiencias ('Experience Economy'). ¿Está este sector en crecimiento?Sin duda, y a nivel mundial además. A día de hoy este sector supone el tercer mayor gasto de los consumidores; solo por detrás de la vivienda y el transporte. Hay un claro cambio de hábito en el consumo generacional que está ocurriendo en Europa y EEUU, en el que las personas están consumiendo cada vez menos productos y más experiencias. La ilusión de comprarse un móvil o unas zapatillas nuevas dura muy poco en comparación con un festival de música o una buena obra de teatro. Recibe el 70% de sus ingresos de fuera de España. ¿Por qué cree que tiene más éxito en el extranjero?No entendemos el dato de esa forma en absoluto. Es lógico que si tenemos éxito en EEUU, Reino Unido (donde inspiramos a más de cuatro millones de personas a la semana), Francia o Portugal el impacto en nuestros resultados de España en comparación con el cómputo global se reduzca, aún con esto, el crecimiento en España es muy alto. El potencial, tanto dentro como fuera de España es muy grande aún. De hecho, Fever vuelve a crecer en 2020 con la apertura de dos nuevas oficinas, una en Barcelona y otra en Chicago en lo que llevamos de año. Forma parte de nuestro ADN querer tener un impacto global desde el primer día. Es por eso que las tres primeras ciudades que lanzamos fueron Madrid, Londres y Nueva York. Queremos demostrar que, desde España, con talento de ingeniería local, podemos construir una empresa de referencia a nivel mundial.¿España ofrece buenas condiciones a la hora de emprender?Queda un enorme camino por recorrer en este asunto tanto desde el punto de vista logístico como el de gobernanza. ¡No puede ser que para cada pequeña decisión haya que pasar por el notario! Un claro ejemplo: lo complejo que es estructurar los incentivos de acciones (stock options) a los empleados, por lo que muchas startups tienen que recurrir a estructuras extrañas como los phantom shares. Confío en que a medida que el sector madure, las startups se conviertan en empresas más interesantes para los gobiernos y en ese momento supongo que mirarán a países como EEUU, Reino Unido, Portugal u Holanda. En cuanto a inversión existen algunos fondos institucionales para las épocas de incubación o crecimiento temprano, pero en cuanto llegas a cierta escala no hay fondos que puedan dinamizar el crecimiento global, por lo que hay que acudir a inversión extranjera. Para mí lo mejor que tiene España es el talento. Tenemos la suerte de contar con personas muy bien formadas. Presentes en Madrid, Nueva York, Londres, París, Los Ángeles y Lisboa. ¿Llegarán a nuevos países en un futuro cercano?Estamos llegando ya. Como comentábamos, parte de la ronda de financiación se está usando para aumentar el equipo de ingeniería y desarrollo de producto, ya que durante el año 2020 tenemos un exigente plan de expansión que nos permitirá reforzar nuestra presencia en mercados en los que ya estamos y explorar otros nuevos. Algunos ejemplos de ciudades en los que tenemos puesta la vista para 2020 que ya podemos adelantar son Miami, Toronto, Milán y Sao Paulo. ¿Por qué se escogió el ocio como punto de partida de este proyecto?Si alguien se para a pensar en las empresas tecnológicas de servicios encontraría players asentados en sus diferentes sectores o verticales, Rápidamente pensaría en Netflix en el audiovisual, Spotify en la música o Uber en el transporte de personas. Pero nadie había utilizado la tecnología para un sector tan presente en el día a día de las personas y que representa una parte tan importante de su gasto. ¡Es que la manera en la que se descubría el ocio o en la se creaban las experiencias prácticamente no había evolucionado en décadas!Dentro del marco internacional en el que se encuentran y el crecimiento que están llevando a cabo en varias ciudades, ¿cuáles son las diferencias que hay a la hora de comparar los comportamientos?Existen ciertos comportamientos que varían según la ciudad. Por ejemplo, en Los Ángeles la aceptación del producto fue mucho más rápida, porque es una ciudad con una cultura de entretenimiento muy fuerte y que empatiza muy bien con productos relacionados a pasárselo bien. Nueva York en cambio fue un poco más difícil, ya que la sociedad es más escéptica y le cuesta más cambiar sus hábitos. No obstante, una vez que empiezas a penetrar en el mercado la lealtad al producto es alta. En Europa, si comparamos España y Reino Unido, se ve que en España la gente toma decisiones con menos tiempo de antelación, mientras que los ingleses son más planificadores. Todo este tipo de información no solo es útil para nosotros, sino para todas las empresas con las que trabajamos a nivel global.