Las compañías de lujo británico viven con preocupación las negociaciones 'post Brexit'. Conseguir un acuerdo de libre comercio con la UE es la prioridad número uno del sectorl sector del lujo es un infectado más por el coronavirus. El continente asiático representa el 40% de los 281.000 millones de euros desembolsados en productos de lujo a nivel global, según un estudio de Jefferies Group, y fueron responsables del 80% del crecimiento de negocio. Además, no hay que olvidar que China también es productor de prendas de ropa y de complementos. Sin embargo, esta crisis vírica, como otras del pasado como el Sars, el Mers, o el Zika, tiene un impacto limitado en el tiempo. En cambio, la nueva relación comercial entre Reino Unido y Europa, en actual negociación tras la salida oficial, sí que conformará un nuevo tablero en el sector, donde las firmas de la isla británica pueden salir más perjudicadas, todo depende del acuerdo al que se llegue. "Mi trabajo como primer ministro es traer al país unión y llevarlo hacia delante. Lo más importante que hay que decir esta noche es que esto no es un final, sino un principio". Boris Johnson, autor de estas palabras, puso sobre la mesa, la misma madrugada de la salida, el reto que va a afrontar como primer ministro para conseguir el mejor futuro para su país. Mientras, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, le recordaba que la relación con el Reino Unido "nunca podrá ser tan buena como seguir siendo miembro". Así, los próximos meses son clave para saber, sobre todo, que vínculo comercial se establecerá entre el continente y la isla. Una situación de incertidumbre que, por el momento, es lo que más daño está haciendo al sector."Ha habido períodos de preocupación por el Brexit, particularmente la incertidumbre sobre las restricciones comerciales futuras, las fluctuaciones monetarias y la vulnerabilidad potencial de la cadena de suministro, lo que ha significado que las empresas de todo el sector del lujo, desde marcas reconocidas a nivel mundial hasta nuevas empresas, no hayan podido planificar el futuro", explica a Status Helen Brocklebank, CEO de Walpole, organismo oficial del sector del lujo del Reino Unido, con más de 250 marcas de lujo británicas. Esta inquietud ante el futuro contrato post Brexit ha llevado a las empresas a mantener una posición de cautela. Las compañías consultadas por este medio, tales como Jimmy Choo, Bremont, Aston Martin o Bentley, no han querido hacer declaraciones sobre cómo se podrían ver afectadas por la salida del país de la Unión Europea. Una posición prudent,e que también sostiene la firma de moda y complementos Burberry. Sin embargo, según ha podido saber Status, la compañía británica mantiene la esperanza de que el Gobierno pueda llegar a un acuerdo con la UE, que ofrezca la relación comercial más cercana posible y acceso a personas con habilidades relevantes. Una postura que confiesa abiertamente Jaguar Land Rover: "Creemos que un acuerdo debería proporcionar un acceso óptimo para Jaguar Land Rover a los mercados europeos y para nuestras operaciones y cadena de suministro europeas en el Reino Unido", declara la empresa a este medio.Las diferentes asociaciones que agrupan a las compañías del sector sí que han accedido a participar en este reportaje para dar a conocer cuáles son las demandas que más importan a las empresas que representan. Así, Helen Brocklebank pone el foco en la libre contratación de trabajadores europeos y en conseguir un buen acuerdo de libre comercio: "Los cambios en la libre circulación de personas tendrán un impacto en las operaciones diarias, incluida la capacidad de reclutar personal estacional y la capacidad para atraer a los mejores talentos y la diversidad creativa y cultural de los equipos. Muchas cadenas de suministro y modelos de distribución de empresas británicas de lujo están completamente integradas en toda Europa, por lo que los cambios en las aduanas y los aranceles, así como la carga administrativa en torno a los cambios en el etiquetado y el cumplimiento, podrían también tener un impacto negativo y trataríamos de evitarlo".Esta postura concuerda con la de Caroline Rush, CEO del British Fashion Council: "Continuamos manteniendo un diálogo con el Gobierno, enfocando nuestros esfuerzos en los problemas planteados por las empresas con las que trabajamos, como el acceso al talento, las tarifas y la propiedad intelectual". Y sobre la que hace hincapié Paul Alger, director de negocios internacionales de UK Fashion & Textile Association: "Tengo la edad suficiente para recordar lo difícil que fue enviar alimentos entre el Reino Unido y el continente antes de 1992 y sería malo para el negocio si volviéramos a eso. Una de las preocupaciones que tenemos es que podríamos volver a ver como los productos son retenidos por la burocracia al entrar y salir del Reino Unido. Eso no sería bueno ni para los exportadores del Reino Unido ni para los consumidores". Esta preocupación por un posible cambio en el sistema arancelario ha llevado, cuenta Helen Brocklebank, a muchos de los productores británicos a estudiar qué artículos y prendas pueden hacer dentro de sus fronteras y que actualmente están realizando en zonas europeas:"A pesar de que muchas marcas de lujo británicas fabrican la totalidad o parte de sus productos en el Reino Unido, confían en poder importar materias primas de la UE y exportar sus productos finales de regreso, por lo que la introducción de fricciones en forma de aranceles o nuevas cargas administrativas alrededor del movimiento de bienes supondrá un costo adicional no deseado para las empresas de lujo acostumbradas a comerciar libremente a través del canal". Lo cierto es que este posible nuevo escenario de autosuficiencia sería dificil de asumir por los productores británicos, porque hay muchos perfiles profesionales, materias primas o sabidurías que no están presentes dentro de la isla. Así, Paul Alger, aunque felicita a las compañías británicas por la creciente apuesta por fabricar en casa, reconoce que "necesitan habilidades y personal de la UE para que poder ponerse al día con la demanda de productos Made in UK". En este sentido, Tatiana Valoira, profesora de EAE Business School y consultora de moda en teamUp, explica que las marcas de lujo están cimentadas en conceptos como el heritage o el know how, una sabiduría y tradición que consiguen fabricando en los mejores sitios del mundo, "y eso significa en España, Italia o Francia", explica la experta.El único punto en que las asociaciones no muestran una preocupación importante es en el turismo de compras. "Anticipamos una mayor demanda de los turistas. El cliente del lujo británico es internacional y el crecimiento significativo en los mercados de lujo del Reino Unido y Europa se debe a una inclinación hacia los mercados mundiales y a un cliente internacional que se dedica al turismo de compras y elige viajar a un lugar o ciudad específicamente para comprar artículos de lujo", explica Helen Brocklebank. "Casi el 50% del valor de las compras personales de artículos de lujo y de alta gama en Europa fueron de no europeos y en el Reino Unido el valor de las ventas de productos de alta gama a clientes no residentes en el Reino Unido fue de alrededor de 4.500 millones de libras en 2017", añade la directora general. Paul Alger, por su parte, va más allá y entiende que "la mayor amenaza para el turis mo de lujo proviene del brote de coronavirus". n